viernes, 9 de octubre de 2015

Óptica Ciudadana Derechos plenos para los ciudadanos capitalinos

Óptica Ciudadana

 

Derechos plenos para los ciudadanos capitalinos


Teotihuacán en línea. Artículo de José Luís Hernández Jiménez. Comparto con mis lectores, mi intervención en el Taller de Análisis y Diseño Constitucional, llevado a cabo por el Consejo de Organizaciones Alternativas, el pasado 28 de septiembre, en el DF. Espero no aburrirlos. Va:       
La lucha en el centro político del país, según yo y no sé cuantos mas, es por lograr que los ciudadanos del DF, elijamos a nuestro Gobernador, a nuestro Congreso local y a nuestros Ayuntamientos. Y así abonar al perfeccionamiento de nuestra democracia.  Así de fácil. 
Esta exigencia, desde las fuerzas progresistas era común en el pasado no tan lejano, allá por los años sesentas, setentas y ochentas, del siglo XX. Luego, con el arribo de una de las izquierdas al poder, en particular al poder capitalino, dicha demanda, en los hechos fue olvidada, hasta tiempos recientes  cuando, desde el actual Gobierno del DF, se ha promovido aunque tibiamente y sin ir al fondo.
Lo que tenemos en su lugar, es el contenido del artículo 122 de la Constitución Política y de una de sus consecuencias, el Estatuto de Gobierno del DF, en lugar de Constitución local. Es decir, tenemos Jefe de Gobierno, Jefes Delegacionales y Asamblea Legislativa, y hasta Consejos Delegacionales o representantes vecinales electos (estos últimos sin poder sustancial alguno). Pero no es lo que se ha reclamado, ya que el Gobernador, el Congreso Local y los Ayuntamientos, tienen más facultades y no están supeditados tanto, a lo que mande la Federación, a través del Presidente y del Congreso General.

Por ejemplo, los Ayuntamientos, que son equipos de trabajo integrados por el propio Presidente Municipal, Síndicos y Regidores, tienen algunas facultades legislativas, como acordar algunos nuevos impuestos y cobrarlos, para completar los gastos del Municipio, los Jefes Delegacionales, no; Los Congresos Locales pueden acordar el máximo del endeudamiento de sus respectivas Entidades Federativas, la Asamblea Legislativa, no; Los Gobernadores pueden nombrar por sí mismos, a su Procurador de Justicia y a su Jefe de la Policía, el Jefe de Gobierno, no puede hacerlo.
El Gobierno de la Ciudad de México ó Distrito Federal, según dice el articulo 122 de la Constitución (a este articulo hay que leerlo junto con el 44), está a cargo de “los Poderes Federales y…” (…de los poderes locales). Eso no se dice en el caso de los gobiernos de las otras 31 entidades federativas. El argumento, que en esta época más bien parece pretexto, es que en la Ciudad de México, o sea, el DF, están asentados los tres Poderes Federales.
De ahí que, según el mismo articulo 122, en el DF tienen competencia jurisdiccional, el Congreso General, el Presidente de la República y, claro, las autoridades capitalinas. En las otras 31 entidades, tampoco es así.
Según la máxima ley, el Congreso de la Unión puede legislar sobre el DF; puede expedir su  Estatuto de Gobierno, y puede intervenir en otras materias, a excepción de lo que expresamente toca a la ALDF. En las otras entidades federativas, para sus asuntos internos, no se mete el Congreso.
El Poder Ejecutivo federal, también puede iniciar leyes locales en el DF; En las otras entidades el Presidente no puede hacerlo.
De ahí que mientras que las entidades federativas son libres y autónomas, el DF es supeditado a lo que digan los tres poderes federales.
Ello no seria problema, porque según la doctrina, el Distrito Federal es asunto de la Federación, porque el DF es la capital. Pero… ¿y los derechos políticos plenos de sus ciudadanos, dónde quedan? Aquí empieza el gran problema.
Y es que en esencia, sigue vigente el mismo criterio adoptado desde la primera Constitución; Criterio refrendado por las Constituciones de 1857 y de 1917. Para nuestra clase política es como si nada hubiera cambiado.
Pero la situación sí se ha modificado y enormemente. Por ejemplo, cuando se discutió ampliamente y por primera ocasión, este asunto, en 1824, el DF era la superficie que abarcaba el zócalo “y un radio de dos leguas a la redonda”. Dos leguas son como  11 kilómetros. Es decir, algo así como 80 kilómetros cuadrados de ahora, que sería la superficie de las tres Delegaciones más céntricas, y que en aquellos tiempos estaban despobladas, pues su cantidad de habitantes no llegaba a 30 mil personas. Para cuando inició el segundo período presidencial de Porfirio Díaz, ya se había decretado que la superficie del DF aumentara varias leguas mas, pues como el antecesor de don Porfirio, vivía en lo  que hoy es el centro de la Delegación Tlalpan, por se motivo ampliaron el DF a 1000 kilómetros cuadrados. Y ya lo habitaban más de 50 mil personas.
Hoy, la superficie de la capital de la República supera los 1500 kilómetros cuadrados y su cantidad de habitantes es de 8.8 millones de personas, la mayoría con calidad de ciudadanos.
No obstante, vale la pena precisar que aún en los tiempos de don Porfirio y hasta el asesinato de Álvaro Obregón, en 1928, en el DF se elegía Gobernador y Ayuntamientos, pues había municipios – de Tlalpan, Tacuba, Tacubaya, Mixcoac, Iztapalapa, México,… -  en vez de Delegaciones, pues en aquella clase política existía la preocupación de que los habitantes de las demarcaciones eligieran a sus gobernantes mas inmediatos. Esta es  otra de las cosas que fue cambiando.
Luego de 1928, el DF se convirtió en “Departamento”, en el cual sus gobernantes  eran designados por el Presidente en turno; eran Regentes, hasta 1996. A partir de 1997, en lugar de Regente designado existe un Jefe de Gobierno electo. Pero aún hoy, en 2015, se pueden hallar letreros de “DDF”, en vehículos, oficinas, inmuebles, uniformes de trabajadores, y, por supuesto, en gran parte del imaginario colectivo. Y en aquel período no hubo legisladores y en lugar de Municipios con sus Ayuntamientos, hubo Delegaciones con sus respectivos Delegados designados. Hoy ya existen Jefes Delegacionales electos, pero…
Dicho cambio ha sido a cuentagotas. Para los ciudadanos capitalinos, ha sido como obtener democracia regateada y en abonos. Y la clase política aún nos sale debiendo.
Los derechos políticos de los ciudadanos capitalinos, comparados con los derechos de mexicanos de otras entidades federativas, están cercenados.
A lo largo del país, por ejemplo, existen municipios con algunos miles de ciudadanos, que pueden elegir a sus Ayuntamientos, Es decir, a sus equipos gobernantes. Hay que recordar que un Ayuntamiento es un equipo de personas electas para gobernar un municipio. En el DF, varias Delegaciones, tienen más de un millón de ciudadanos y solo pueden elegir a una sola persona como gobernante, el Jefe Delegacional. Esta es una de las trabas del régimen jurídico de la capital, pues es imposible que una sola persona, el Jefe Delegacional, tenga la capacidad de entender y atender los problemas de millones de personas. Por eso también estamos como estamos. La capital es un caos.
Este era uno de los señalamientos críticos que se le hacían recurrentemente al ex partido de Estado, porque se negaba a modificar dicho status de los capitalinos. Pero la dizque izquierda llegó al poder y teniendo todo para lograr la transformación requerida,… olvidó todo. Hasta recientemente en que lograrlo, depende de los favores que en ese sentido haga el PRI a don Mancera.
Esto debiera ser un reclamo de la ciudadanía capitalina. Porque creo que muy poco se puede esperar de los Partidos. Y no hay pretexto legal para lograrlo.
El DF, como asiento de los poderes federales, bien puede volver a tener una extensión territorial de un radio de dos leguas a partir del zócalo capitalino. O las tres Delegación más céntricas, pueden seguir siendo el DF. Y el resto del actual territorio del DF, sería convertido en un Estado más. El Estado del Valle de México, como prevé la propia Constitución. Y las Delegaciones se convertirían en Municipios; incluso se deben dividir algunas, por ejemplo Iztapalapa, Gustavo A Madero, Álvaro Obregón. Y en todas ellas se elegirían Ayuntamientos, con todas las facultades legales y con algunas adecuaciones de orden técnico, como hoy se hace con la coordinación con el Estado de México, para la zona connurbada.
Esta puede ser la tarea de futuros candidatos independientes. Imagínense: Candidatos independientes de los Partidos Políticos, a todos los cargos de representación popular, o sea, candidatos independientes a diputados locales y federales, Senadores e incluso, a Jefes Delegaciones, enarbolando una bandera común, democracia plena para los ciudadanos capitalinos. Y, de paso, con una propuesta de Constitución local.       
Notitas: Una.- Que sí, viene a México el Papa Paco. Eso será el primer trimestre del 2016. Seguramente habrá muchos regañados; principalmente de las cúpulas empresariales, políticas y eclesiásticas. Bien. Se lo merecen. Dos.- Que los Bancos en México, por ejemplo, no tienen llenadera, ni pena, pues informan que, durante los primeros ocho meses de este año, ¡ganaron 80 mil millones de pesos! Todo a costa de sus usuarios. Tres.- Que estoy de acuerdo, el próximo integrante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, además de una persona capaz en el ramo, debe ser mujer y ajena a los Partidos políticos. Cuatro.- Que insisto, los legisladores aún tienen oportunidad de congraciarse con los ciudadanos, suprimiendo del Presupuesto de Egresos, todos los privilegios de que gozan las cúpulas políticas y burocráticas del país. Cinco.- Que, en sentido similar, va mi desacuerdo con pagar ¡otro millón de dólares! (17 millones de pesos), por otros seis meses de estancia en el país, del Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI). Como que el país no está para tanto dispendio. Si dependen de la OEA, que les pague la OEA. Seis.- Que la 15ava presentación de mi libro, “Cuando correteábamos utopías”, será este viernes 9 de octubre, a las 11 horas, en la sala 1 “Pablo González Casanova”, del Colegio de Ciencias y Humanidades, plantel Oriente, en el DF. Por si gustan asistir. Siete.- Que se agradece a los amigos de Nezahualcoyotl, Estado de México, haberme invitado a hablar en su evento conmemorativo del 2 de octubre de 1968. Ocho.- Que no olviden hacer ejercicio diario. Es la manera mas barata de ahorrarse gastos médicos y…tampoco olviden sembrar su árbol de este año. Es por el bien de todos, ¿va?                    

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para empezar Iztapalapa es grande ya depende de la ciudadanía si quieren independizarse