miércoles, 25 de enero de 2017

En voz alta   Vulneración principios internacionales

En voz alta Vulneración principios internacionales


Teotihuacán en Línea. Por: Gerardo Viloria. Mi deseo para esta entrega estaba fincado en narrar acerca de la presencia de la pareja OBAMA en la Casa Blanca.
Lamentablemente, la postura desafiante, amenazante, intolerante  mesiánica y agresiva del hoy presidente norteamericano DONALD TRUMP, reemplazó mi intención.
Sin mencionar a México, al asumir oficialmente la presidencia de Estados Unidos, el pasado viernes 20, DONALD TRUMP ofreció “proteger las fronteras” de Estados Unidos.
Sin embargo, siempre arguyendo autoprotección y autodefensa, ha referido a México no como buen vecino y menos como aliado, sino como un enemigo al que hay que arrinconar y humillar, porque somos responsables de muchos de los males que padece su país. 
Lo anterior, no obstante que las propias autoridades estadounidenses han advertido que la amenaza más significativa es la frontera con Canadá.
Pero para el prepotente magnate, la colindante de México es el paso natural de indocumentados, criminales y narcotraficantes y por eso ha reiterado que construirá un muro, señalado que nuestro país tendrá que pagarlo.
Por tanto, ante la falta de voluntad de buen vecino, sus amagos de campaña, sin duda, se convertirán en práctica de gobierno.
Luego entonces, las amenazas de mantener la construcción esa humillante tapia se transforman en agresión, vulnerando así, principios de ámbito internacional.
El artículo 2o., párrafo 4, de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (CONU), redactado en forma imperativa, establece claramente que: "Los miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza armada o también a otras modalidades de fuerza como la política, diplomática o económica”.
Esta prohibición al recurso de la amenaza o al uso de la fuerza debe ser interpretada de manera amplia y como una obligación jurídica general.
Por tanto, nuestro gobierno debería anunciar –por agravio- que se opone tajantemente a que se continúe con el levantamiento del muro y recurrir a todos los instrumentos legales, ambientales, políticos, sociales, culturales y regionales para detener la construcción.
Convendría movilizar a las comunidades binacionales en Arizona, California, Nuevo México y Texas para conjurar la insistencia de la edificación de esa obra de odio, de tal forma que el costo de persistir en esa idea absurda se vuelva demasiado alto para TRUMP.
En este contexto, a final de cuentas, el altanero magnate lograría entender que ningún país que se enorgullezca de sí mismo debe construir muros.

Por otra parte, a mayor sustento, como fija puntualmente el presidente del IAPEM, Maestro en Ciencias Políticas y Administración Pública, MAURICIO VALDÉS RODRÍGUEZ, en el proemio del libro de WILLIAM JAY, Revista de las causas y consecuencia de la guerra mexicana, “¿Quiénes son los ilegales: los invasores-colonizadores-conquistadores desde aquella época o  nuestros compatriotas, descendientes de los dueños originales de esas tierras despojadas por una guerra expansionista?”

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Donald Trump solo cuida su país,lo que aquí a los políticos no les importa nada solo les importa robar lo poco que nos queda a los Mexicanos

Anónimo dijo...

si mexico tuviera sus propias empresas jamas los mexicanos se hubieran ido de indocumentados

Anónimo dijo...

con el muro haber si el guero nos da trabajo mientras de albañiles