lunes, 27 de mayo de 2019

Escuadrón 201 segunda parte

Escuadrón 201 segunda parte


Teotihuacán en Línea. Filipinas. Fueron trasladados a la estación de Florida Blanca por tren y de ahí en camiones a la base aérea de Porac e integrados como parte del 58° Grupo de Pelea, mientras el grupo de comando de la FAEM se estableció en Fort Stotsenburg. El 17 de mayo comenzaron los vuelos de entrenamiento previo al combate, que incluía familiarización con la zona de operaciones y procedimientos, pero existía el problema de que los 25 aviones P-47 Thunderbolt de la unidad no llegaban aún, por lo que se decidió asignar dieciocho aviones en préstamo al escuadrón, pertenecientes a los otros escuadrones del grupo. Aviones P-47 Thunderbolt Pilotos del Escuadrón 201 En la lista de alrededor de trescientos hombres integrantes del Escuadrón 201, veinticuatro fueron veracruzanos, uno de ellos Subteniente P.A. Fausto Vega Santander (Tuxpan) quien muriera en el frente de guerra; de los restantes sobreviven seis; Héctor Tello Pineda (Xalapa), Erasmo Meza Rivera (Tantoyuca), Carlos R. Graillet Colorado (Martínez de la Torre), Manuel Cervantes Ramos (Tlapacoyan), Ricardo Tinoco Lima y Lázaro Arrieta Saldaña. Héctor Tello Pineda Combates Pese a las diferencias de lenguaje y de procedimientos de operación, es decir, a las condiciones adversas de clima y de vuelo, las misiones de combate de dicha unidad fueron altamente efectivas, obteniendo así el elogio y reconocimiento del comandante de las fuerzas aliadas, el Gral. Douglas MacArthur, así como del jefe de la 5a Fuerza Aérea, el Gral. George Kenney.
Conocidas como las “Aguilas Aztecas”, el escuadrón voló como anexo al Grupo 58 de combate de la 5a Fuerza Aérea del Ejército de los EE.UU en la liberación de la isla madre de Luzón durante el verano de 1945. En aquel entonces el escuadrón consistía de treinta pilotos seleccionados de entre lo mejor, más un personal de apoyo altamente calificado de aproximadamente 260 con diversas especialidades de aviación: armeros, peritos en radar y radio, inteligencia, meteorología, administración así como de mantenimiento.
Armeros preparando las bombas Pusieron en vuelo a unidades tipo Republic P-47D bajo el programa estadounidense de alquiler y préstamo; eran aviones caza "Thunderbolt" de un asiento con los cuales llevaron a cabo misiones tácticas de apoyo aéreo para las tropas aliadas así como misiones de bombardeo sobre diversos blancos. El Escuadrón 201 llevó a cabo su primera misión de combate de forma autónoma el 7 de junio del mismo año. Las órdenes asignadas al escuadrón mexicano fueron de dar apoyo a las tropas aliadas de tierra. 
Cumplieron misiones de vuelo de bombardeo y ametrallamiento sobre las bases y posiciones japonesas, sobre talleres, vehículos en convoy, emplazamientos de artillería, proveedurías de parque y materiales así como contra concentraciones de soldados. De igual manera, fueron partícipes de peligrosos vuelos en barrida sobre lejanos territorios y cumplieron misiones de bombardeo sobre las islas ocupadas de Formosa (hoy Taiwán), como preludio a las invasiones contra el Japón. El Escuadrón 201 realizó 59 misiones en compañía de Aliados de la Segunda Guerra Mundial, lanzó 252 bombas de propósito general de 1000 libras y se dispararon 138,652 cartuchos de ametralladora calibre 0.50. El Escuadrón 201 voló en conjunto un total de mil 966 horas en zonas de combate. Preparando el instrumento el trabajo Las tropas aliadas en su avance por tierra en la isla de Luzón, constantemente encontraban bolsas de resistencia japonesas o eran atacados por concentraciones enemigas; el apoyo aéreo siempre era requerido. Numerosas veces el Escuadrón 201 salvó a los soldados de infantería norteamericana, atrapados por el fuego de los japoneses. En una ocasión, en que uno de los pilotos mexicanos el Teniente Reynaldo Perez Gallardo se encontraba hospitalizado, el paciente de la cama adjunta al darse cuenta de que no era norteamericano, se levantó y le preguntó si pertenecía al Escuadrón 201 mexicano “Sí” respondió el Teniente Pérez Gallardo, entonces el norteamericano, un soldado de infantería herido, efusivamente lo abrazó y le dijo, “Tú no puedes imaginar cuanto los apreciamos, porque nos han ayudado tanto”.
Se dice que el verdadero sentido heroico en una guerra moderna no radica en el valor personal o en cuántas victorias aéreas individuales pudieron haber ganado, sino en la forma en que contribuyeron para logar un objetivo o salvar la vida de sus compañeros en combate. Los pilotos mexicanos del Escuadrón 201 participaron durante la Segunda Guerra Mundial en la forma más moderna y sofisticada de su época. Ese es el verdadero concepto de heroicidad que debe de ser tomado en cuenta. Se preparaban para tomar parte en la invasión de Okinawa cuando llegó a su fin la guerra. Estados Unidos lanzaba las dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. La última misión se efectuó el 26 de agosto de 1945, poco antes de la firma de la rendición incondicional del Japón, el 1° de septiembre a bordo del USS Missouri, firma que atestiguaron representantes militares de países aliados, entre ellos el Coronel Antonio Cárdenas Rodríguez y el Capitán Radamés Gaxiola Andrade. Formar parte del bloque aliado hizo figurar a México entre las naciones victoriosas. El escuadrón mexicano sufrió la pérdida de cinco pilotos durante las acciones en el frente: El Capitán 2° Pablo Luis Rivas Martínez, los Tenientes José Espinosa Fuentes y Héctor Espinosa Galván, y los Subtenientes Fausto Vega Santander y Mario López Portillo Regreso a México Antes de regresar a México, el 25 de septiembre, los miembros de la FAEM develaron un monumento a sus compañeros caídos; el monumento fue diseñado por el piloto Miguel Moreno Arreola y fue construido con la ayuda de diez elementos del escuadrón. El águila que remata el monumento fue realizada por el escultor filipino Tolentino. El 12 de octubre, el Escuadrón entregó sus aviones al "Grupo de Servicios Aéreos 45" e iniciaron los preparativos para el regreso a México. Escultura y placa memorial en Manila, Filipinas Abordaron el buque Sea Marlin el 23 de octubre, arribando el 13 de noviembre a San Pedro, California, aunque los primeros en llegar a América fueron el coronel Antonio Cárdenas Rodríguez, el teniente Amadeo Castro Almanza, el subteniente Guillermo García Ramos y el subteniente José Luís Pratt Ramos, quienes viajaron por la vía aérea tras entrevistarse en Tokio con el general MacArthur con el fin de agradecer su cooperación con la FAEM. Los integrantes de la “Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana” “Escuadrón 201”, fueron premiados con ascenso al grado inmediato superior y las Condecoraciones: “Servicio en el Lejano Oriente”, “Legión de Honor de México”, “Liberación de la República Filipina” con gafete de Recomendación Presidencial, así como las condecoraciones estadounidenses “Eficiencia del Ejército”, “Eficiencia de la Fuerza Aérea”, “Campaña de América”, “Campaña Asia-Pacífico” y “Victoria de la Segunda Guerra Mundial”. Los pilotos recibieron además la “Medalla del Aire” y el Coronel Cárdenas y el Capitán Gaxiola la “Legión al Mérito”. “Servicio en el Lejano Oriente” Han pasado décadas de la formación de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana (FAEM), el valeroso Escuadrón 201 que luchó en tierras allende nuestras fronteras, permanece en la memoria histórica nacional, pero sus acciones no se han difundido, han desaparecido de los libros de historia escolares.

Por esa razón es justo hacer un reconocimiento público a los que formaron parte de ese Escuadrón y todavía más a los que perdieron la vida, todos sabían que tenían el boleto de ida pero no el de regreso, sabían que iban a morir. En algunos lugares de la república, se han levantado monumentos y se han nombrado calles, vecindarios y escuelas en honor del Escuadrón 201. En la ciudad de México en el Bosque de Chapultepec cerca del Monumento a los “Niños Héroes”, existe el Mausoleo de la “Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana”, en el cual están depositados los restos mortales de dos de los cinco pilotos muertos en combate

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