sábado, 22 de diciembre de 2007

TEOTIHUACAN


TEOTIHUACÁN: EL IMPERIO PERDIDO

fotos: petewerewolf y bdbaca

Miguel Zarco. Teotihuacan en Línea. ¿cómo fue la cultura teotrihuacana? ¿porqué, o quienes formaron este imperio impresionante que aún ahora nos asombra?
Los investigadores y arqueólogos no han encontrado esta respuesta. Bien a bien, la cultura teotihuacana es desconocida, y el hecho del porqué abandonaron su imperio permanece en las sombras.
Empero, los estudiosos han determinado, cuando menos, los años y las posibles relaciones político-comerciales de estos magistrales hombres y mujeres: los teotihuacanos.

Aunque los primeros asentamientos humanos en el valle de Teotihuacán se ubican alrededor del 400 a.C., no es sino hasta los primeros años de nuestra era, cuando se convierte en un centro ceremonial con una población aproximada de 20,000 personas.

Para el año 400 d.C. Teotihuacán se extendía sobre una superficie de 22 kilómetros dominando de hecho todo el valle de México y Puebla, manteniendo contactos comerciales con olmecas en Veracruz, zapotecas en Oaxaca y mayas de la península de Yucatán.



Entre los años 400 y 650 Teotihuacán se convirtió en un gran centro religioso y comercial de Mesoamérica. Se cree que la población teotihuacana alcanzaba los 200,000 habitantes y que era una ciudad bien urbanizada, con construcciones firmes.

Dada su importancia política, religiosa, cultural y comercial Teotihuacán era visitada por vecinos, convirtiéndose en una zona de intercambio. Ubicados en una zona privilegiada en cuanto a recursos naturales, los teotihuacanos fundaron su ciudad al norte del lago de Texcoco, lo cual les brindó la oportunidad de tener una gran variedad de alimentos, sal y hasta arcilla para su cerámica.

Los residuos volcánicos que se encuentran a su alrededor los dotaron de grandes depósitos de obsidiana, la cual utilizaron para la fabricación de diversas herramientas. La gran ciudad de Teotihuacán evidencia un alto grado de planificación no sólo para el centro ceremonial en sí, sino para toda el área urbana que le rodeaba.

La Calzada de los Muertos, que recorre la ciudad de norte a sur, remata en la pirámide de la Luna que, junto con la del Sol y el resto del conjunto, constituye una de las obras más imponentes de la arquitectura prehispánica.

El esplendor alcanzado por los teotihuacanos durante el horizonte clásico, llegó a su fin, intempestivamente, entre los años 650 y 700.


Se desconocen las causas que llevaron a sucumbir a tan importante imperio, aunque se manejan diversas hipótesis para explicar dicho derrumbe; entre ellas una gran escasez de alimentos y un cambio drástico en el medio ambiente por la excesiva tala de árboles que provocó esta disminución de alimentos; también se contempla el que las poblaciones tributarias hayan dejado de proveer al imperio.

Quizá hayan sido los nómadas del norte los que provocaron su derrumbe incendiando provocando la huida de los señores y de buena parte de la población. Los toltecas heredarían a la postre algunos rasgos culturales de los teotihuacanos.
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quienes promueven el espectáculo de luz y sonido, evidentemente no tienen la menor sensibilidad ni el más ligero conocimiento de este espacio milenario y ejemplo vivo de que otra humanidad es posible y de hecho ha existido.
Se supone que con luces y sonido (¿qué quieren que suene?) quieren que Teotihuacan sea considerado patrimonio de la humanidad. Me faltan palabras para calificar esa idea sosa, mercantilista, depredadora y disneylandesca, disfrazada de interés cultural.
Ya hicieron el numerito en lo uqe dejaron los Itzaes; ahora, insisten en hacer de Teotihuacan un parque temático, estilo cabaña del Tío Tom.

Anónimo dijo...

como es posible que el gobierno permita que dañen las piramides haciendo perforaciones y dañano para siempre este lugar sagrado, nomas por intereses personales, y no dejen a ninguna persona tocaar un caracol o hacer una ceremonia que eso no daña sino al contrario crece nuestra cultura, y ellos si pueden dañar irevesiblemente el patrimonio de la nacion