jueves, 2 de enero de 2020

Empleadores abusan de jóvenes con becas Jóvenes Construyendo el Futuro, denuncian. Cambian reglas

Empleadores abusan de jóvenes con becas Jóvenes Construyendo el Futuro, denuncian. Cambian reglas


Teotihuacán en Línea. Luego de varias denuncias de irregularidades en su funcionamiento, el programa Jóvenes Construyendo el Futuro cambiará reglas de operación prohibiendo que los aprendices realicen actividades, de seguridad o de tercerización.
Las reglas de operación propuestas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), exigidas por primera vez por la Cámara de Diputados, contemplan actuar jurídicamente en contra de las empresas o personas que incumplan con el ordenamiento.
Jóvenes Construyendo el Futuro es un programa de capacitación laboral. Está dirigido a quienes no estudian y no trabajan y tienen entre 18 y 29 años. La STPS, (Secretaría del Trabajo y Previsión Social) les vincula con una empresa o centro de trabajo para que adquieran experiencia laboral que les ayude a encontrar un trabajo.
Cada mes, y durante un año, el gobierno les otorga una beca de 3,600 pesos.
Si bien ese porcentaje es menor al promedio de los países de la OCDE, que es de once por ciento, muchos de quienes trabajan lo hacen en “condiciones precarias, con alta rotación y bajos ingresos”, expone la dependencia encabezada por Luisa María Alcalde. La tasa jóvenes que trabaja en el mercado informal en el país es de sesenta y dos por ciento, mientras que la de los mayores de 30 años es de 56.8 por ciento.
Durante su primer año de operación, el programa insignia de la STPS funcionó con lineamientos y no con reglas de operación. La diferencia entre ambos es que los primeros pueden ser modificados las veces que la secretaría lo considere. Las segundas suponen mayor transparencia en su ejecución.
Algunos becarios denunciaron el cobro de “moches” por parte de las empresas, así como tareas que les asignan que no les aportan habilidades laborales.
Por ello, las nuevas reglas de operación prohíben que los jóvenes hagan trabajo doméstico, ventas multinivel o esquemas piramidales, así como tareas de vigilancia. No pueden ser veladores ni choferes personales.
Tampoco está permitido que los ubiquen como personal de seguridad para resguardo de bienes o personas, o para trasladado de valores. Prohíbe también el proselitismo político-electoral o dentro de un partido político.
Asimismo, están vetadas las actividades de culto religioso. Hace unos días el presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), Arturo Farela, declaró que como parte de la capacitación que le dan a más de siete mil jóvenes, les hablan de principios morales basados en la Biblia.
Los planes de capacitación, señalan las reglas, deben “fomentar la adquisición de conocimientos, competencias, habilidades y experiencia laboral”. Sin embargo, han trascendido casos de jóvenes que reciben instrucción en pequeños establecimientos, como tiendas de abarrotes o fondas.
En septiembre pasado, la STPS dio de baja a las empresas D&C Jiménez, así como Iwet Concept de México, ubicadas en el estado de Morelos. La dependencia comprobó que ambas pedían una cuota a los aprendices.
Sin embargo, varios de los jóvenes tenían la incertidumbre de si podrían continuar en el programa. Los lineamientos y ahora las reglas de operación les permiten cambiarse de centro de trabajo una sola vez.
Las nuevas reglas contemplan estos casos y señalan que si las empresas son sacadas del programa, los jóvenes no estarían utilizando esa única oportunidad de vincularse a otra, lo que les da mayores opciones de movilidad.
Otra manera en la que el programa ha sido mal utilizado es para reemplazar trabajadores por becarios. Algunas empresas han despedido a sus empleados y las tareas que ellos realizaban con un salario y, a veces, con prestaciones, son encomendadas a los aprendices que reciben una beca del gobierno.

En las reglas de operación se establece que es obligación de los centros de trabajo “No reemplazar trabajadores por aprendices ni terminar una relación laboral y comenzar una de aprendiz con la misma persona”. Tampoco pueden ponerlos a realizar “actividades de tercerización”

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esos miles de pesos deberían ser empleados en otras cosas y no en jóvenes que solo lo gastan en celulares y hasta en drogas