Sahian: 14 años en la invisibilidad
¿Quién cuida a nuestras niñas y niños? Debemos entender que
es responsabilidad de todos; si no entendemos, seguirán lastimándoles.
FridaGuerrera
LA COLUMNA ROTA/ VERÓNICA VILLALVAZO (FRIDAGUERRERA)
Era 2011, muy temprano me encontraba realizando la síntesis
informativa de las notas de aquel 17 de mayo de 2011, una llamó particularmente
mi atención: el homicidio de una pequeña de 14 años. “Asesinó a su hija de 14
años”, decía la cabeza de la nota de Tomás Martínez.
A sus 14 años de edad, la menor Sahian Higuera Amador era
víctima de severos maltratos físicos por parte de su madre. La pasante de
derecho, Thelma Amador Cano, de 35 años, dio muerte a la pequeña en un aparente
arranque de “esquizofrenia” que supuestamente “padecía”.
Cris y Eitons, según las notas de los medios locales,
“llegaban a visitar a su hermanita cuando llegaron a casa de su madre, en
calzada Niños Héroes de Chapultepec, colonia Ex Marquesado, perteneciente al
municipio de Oaxaca de Juárez. Se encontraron de frente a su mamá, quién les
refirió que la niña estaba dentro de su habitación dormida. Al entrar
encontraron a la inocente, no dormida, sin vida”.
En aquel tiempo, luego de las amenazas que sufrí en 2010,
por el grupo paramilitar Movimiento Unificador de la Lucha Triqui (MULT), y
tras un exilio, regresé para trabajar en el gobierno de Gabino Cué. Mi puesto
era como directora de la unidad de comunicación social del Sistema Nacional
para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF), Oaxaca. Una de mis funciones
era realizar la síntesis informativa, para entregarla a la directora y a la
presidenta honoraria. En una de esas muchas notas, me percaté de que los
hermanos de la niña, Cris y Eitons, habían acudido el 16 de mayo a Atención Ciudadana
del DIF Oaxaca, a solicitar apoyo para reclamar el cuerpo de su hermana, ayuda
que les fue negada, “por ser menores de edad”, ellos tenían 16 y 15 años; esa
fue la respuesta de la encargada de dicha área.
Avisé a la procuradora de DIF, para que, con su equipo legal
realizarán las acciones correspondientes, sin embargo, la procuradora, en ese
momento, estaba ocupada, lo que más me alarmó fue enterarme por compañeros de
prensa, que algunos de ellos, pretendían “ayudar a los menores”, esa intención consistía
en que cuando les entregarán el cuerpo lo llevarían al Zócalo de aquella
entidad. Ante esa situación, decidí acudir al Servicio Médico Forense (SEMEFO),
para tratar de ver de qué manera ayudaba a los hermanos.
Ahí los encontré. Me platicaron que eran originarios de
Veracruz y que habían venido a vivir con su madre. De esa familia, conformada
por Thelma, Sahian, Cris y Eitons, la única que quedó en manos de su madre, fue
la pequeña inocente.
Empezaron a contarme cómo habían localizado a su hermanita,
y que por los maltratos que recibían de su mamá ellos se habían salido de su
casa. El mayor ya tenía una pareja y vivía con ella, el menor dormía en la
calle. Esa fue la razón por la que Cris, acudió el 15 de mayo de aquel año, a
pedirle a su mamá que la apoyara a buscar a su hermano, porque no lo
localizaba. Aparentemente, a las 20:30 horas, se asomó a ver a su hermanita y
la vio dormida. La miserable madre le dijo que salieran ya. Encontraron a
Eitons, en el Zócalo. Los tres se fueron juntos a la casa que la mujer rentaba
desde marzo de 2011. Al llegar, aproximadamente, a la media noche del 16 de
mayo, la mujer les pidió que entraran a ver a la pequeña, pero aquélla se quedó
en la puerta. Fue cuando se dieron cuenta de la pequeña que no respiraba; al salir,
Thelma ya se había dado a la fuga. Los jovencitos avisaron a las autoridades, y
ese mismo día acudieron a pedir apoyo en el DIF.
Para apoyar a los jóvenes pedí la colaboración de mi querida
amiga, hermana y compañera, Jaquelina, fue ella quien gestionó los servicios
funerarios. El DIF al final, apoyó para que la pequeña fuera sepultada.
Cuando concluyó la necropsia de la pequeña, había que
preparar el cuerpo para su inhumación, esto se llevó a cabo en las
instalaciones del DIF, fue ahí cuando los pequeños nos pidieron que vistiéramos
a la niña, entramos y nos encontramos con una escena desoladora: la
“adolescente”, como le llaman, mostraba en su cuerpo los años y años de
violencia que padeció. Se veía mucho más pequeña de la edad biológica que
tenía, la severa desnutrición que era parte de la violencia que Thelma ejercía
hacía ella, le produjo una afectación física que la hacía parecer una niña de
no más de 8 años, delgadita, su pequeño cuerpo, además, mostraba las visibles
huellas de violencia física que la supuesta pasante de derecho le infligía. El
visible síndrome de Kempe, cicatrices, sobre las cicatrices, quemaduras, y su
rostro, lleno de calma, al fin se había liberado de esa violencia
sistémica. Han pasado 14 años y esa
imagen, no se borra de mi mente.
Durante estos años me mantuve al tanto del caso, no fue,
sino hasta marzo de 2018, que ejecutaron la orden de aprehensión contra Thelma,
en la Ciudad de México.
No fue hasta el pasado 14 de octubre que la Fiscalía General
de Justicia del Estado de Oaxaca dio a conocer, por medio de un comunicado, la
sentencia a esa mujer que ejerció una violencia sistemáticamente en contra de
la pequeña hasta acabar con su corta vida.
Comunicado: “La Fiscalía General del Estado de Oaxaca
(FGJEO) obtuvo una sentencia condenatoria de 40 años de prisión contra una
persona del sexo femenino identificada como Thelma A.C., por el delito de
homicidio calificado con las agravantes de ventaja, traición y alevosía, en
agravio de una adolescente, ocurrido en la región de los Valles Centrales.
De acuerdo con la causa penal, los hechos ocurrieron el 16
de mayo de 2011, en un domicilio ubicado en calzada Niños Héroes de
Chapultepec, colonia Ex Marquesado, perteneciente al municipio de Oaxaca de
Juárez.
Según se asienta en la investigación del caso, la
sentenciada Thelma A.C. era madre de la víctima, quien presentaba signos de
agresiones y maltrato, violencias que le arrebataron la vida la adolescente.
Ante estos hechos, la FGEO, -a través de la Vicefiscalía de
Control Regional-, llevó a cabo la investigación ministerial correspondiente,
lo que permitió la detención de Thelma A.C., quien se había escondido en la
Ciudad de México, por lo que, tras su captura, quedó a disposición de las
autoridades competentes.
Tras las audiencias de desahogo de las pruebas aportadas por
la Fiscalía de Oaxaca, el Tribunal de Enjuiciamiento dictó la sentencia
condenatoria de 40 años de prisión contra T.A.C. por su responsabilidad en el
delito de homicidio calificado con las agravantes de ventaja, traición y
alevosía, además de imponer el pago por concepto de reparación del daño.
Con estas acciones, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca
reitera su compromiso de garantizar justicia para las víctimas y de llevar ante
la ley a quienes atenten contra la vida e integridad de niñas, niños,
adolescentes y mujeres”, destaca el comunicado oficial.
Tuvieron que pasar casi 14 años, para que la pequeña tuviera
justicia. La ahora encontrada como responsable, decía ser abogada, busqué su
cédula profesional en el registro y no existe ningún dato de la señora, quien,
amparada en un supuesto diagnóstico de “esquizofrenia”, trató de justificar la
violencia que ejercía sobre sus hijos. Y que dejó, como consecuencia, el
sufrimiento y que llevó a la muerte a la inocente.
Me despidieron de DIF, justo por meterme en éste y otros
casos; en efecto, eso no era mi función, pero yo tenía claro había que debíamos
hacer justicia, sin embargo, la entonces procuradora ya no pudo apoyar. En ese
contexto, perdí contacto con Cris.
Como parte del seguimiento de este caso, le pregunté a la
Fiscalía, quién estuvo como parte ofendida en este proceso, y me hicieron saber
lo que había estado llevando, Cristofer, quien asumió este papel, fue él quien
no paró hasta hacerle justicia a su hermanita. Ahora él es un hombre de 30
años, al que recuerdo con sus ojos llenos de lágrimas, lleno de impotencia por
todo el daño que vivió. Aquel adolescente asustado, hoy le hizo justicia a su
hermanita, a quien tanto amaba.
Tenía la necesidad de contar hace mucho este doloroso caso.
Me habría gustado estar todo el tiempo con Cristofer, antes de que me corrieran
del DIF, lo convencí de que terminará la escuela, en DIF lo empezaron a apoyar
con despensa y para que concluyera sus estudios, no sé qué pasó, en ocasiones
aún lo recuerdo y lo único que deseo es que su vida tenga un camino venturoso.
Todos estos casos deberían ayudarnos a reflexionar, y a
cuestionarnos: ¿Quién cuida de nuestros niños?, ¿por qué nos justificamos y nos
separamos de la responsabilidad humana, cuando vemos o nos percatamos de que
una niña está siendo violentada por sus padres? ¿No me puedo meter, al final no
es mi hija? Seamos más proactivos, denunciemos, no callemos ante la violencia.
Los y las niñas son de todos, y a cada uno de nosotros nos toca protegerles.
P.D. A diferencia de las historias que contamos en este
espacio, estas columnas en donde hablamos de nuestros pequeños son
investigaciones y seguimientos que desde FridaGuerrera llevamos a cabo. La
intención siempre es buscar justicia, no publicamos sus rostros para que sean
usados para victimizarlos. Lo hacemos con todo el amor y respeto con el que
siempre hemos realizado nuestras redacciones.
@FridaGuerrera
@vocesDLAusencia

Es triste ver cómo hay madres que solo traen a los niños a sufrir sin darles amor o por lo menos un poco de atención,ojalá esa señora este encerrada en un manicomio o en la cárcel
ResponderEliminarEsperemos que lo contacte y nos diga que pasó con el porque con esta historia tan fea como lector me gustaria saber que final tuvo
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