viernes, 13 de enero de 2017

Óptica Ciudadana ¡GASOLINAZOS!

Óptica Ciudadana


¡GASOLINAZOS!


Teotihuacán en Línea. Por José Luís Hernández Jiménez. Si nuestra clase política - incapaz, corrrupta  e insaciable - le hubiera hecho caso a Heberto Castillo, no hubiéramos caído tan bajo  en materia económica (sobre todo lo que tiene que ver con la injusta distribución de la riqueza) y, en particular, en el ramo petrolero. ¡Mira nadamás, ahora resulta que como  tenemos menos oro negro, hay que comprar más gasolina a los gringos y…!
Cuando el entonces recién electo  Presidente de la República, José López Portillo, en 1976, anunció cuál sería su política petrolera y quién el encargado de aplicarla desde la dirección de Pemex, Jorge Díaz Serrano, el ingeniero Heberto Castillo y una de sus creaturas, el Partido Mexicano de los Trabajadores, PMT, lo empezamos a advertir: la política petrolera de ese gobierno  (e, infortunadamente, también la de todos los que le siguieron),  es antipatriota, pues responde, prioritariamente, a los intereses de los EU y, va a hundir a México y a su población, en serios problemas. 
Con fina didáctica, Castillo lo explicaba al país: como el petróleo crea riqueza en donde, industrializado, se consume, hay que cuidarlo. Lo peor que se puede hacer con el oro negro, es venderlo como cualquier mercancía y usarlo solo como combustible. Es mejor guardarlo para las generaciones futuras. Los recursos naturales, como el petróleo, son de la nación, no  son propiedad privada del gobierno en turno, ni siquiera del sindicato.
E insistía: hay que desarrollar la industria petroquímica nacional, modernizar las refinerías
  y construir nuevas para tener mas y mejor gasolina, y acabar con la corrupción del sindicato petrolero. ¡PEMEX SÍ, PEUSA, NO! ¡Los recursos naturales, deben cuidarse! ¡Hay que evitar la contaminación ambiental, desalentando el uso del automóvil  particular, promoviendo y mejorando el transporte colectivo público! ¡El petróleo se puede acabar y entonces a todos nos va a ir mal!
Pero la clase política no hizo caso ó se mofó de tales reclamos y propuestas del PMT y de su principal vocero,  Heberto Castillo.
La respuesta de aquellos políticos encumbrados, que fue emulada y “mejorada” por sus sucesores, fue dar la espalda a los intereses nacionales.
Primero inventaron que México tenía petróleo y gas, y reservas de ambos recursos, para siempre. En  aquel 1976 dijeron que había 40 194 millones de barriles de reserva probada,  44,162 millones de barriles de reserva probable y, entre todo, 200 mil millones de reserva potencial. Éramos, dijeron, de los países con más reservas en el mundo. Además, anunciaron que de hecho, había reservas en todo el subsuelo nacional. ¡Hay que sacarlo, gritaron, y venderlo lo más pronto posible!
Luego aceleraron, en los hechos, el proceso de desnacionalización de la industria petrolera. O sea, aún sin modificar la Constitución, promovieron  su privatización; Incluso, desde sectores de eso que llaman izquierda, contagiados de la fiebre privatizadora, propusieron  que, mediante una colecta nacional, particulares compraran dicha industria.
La clase política encumbrada, frenó el avance de la industria petroquímica  y de la investigación, nacionales. Y dejaron a su suerte las siete refinerías existentes. Es mas cerraron una, la de Azcapotzalco, sin reponerla en algún otro lugar del país. Ante las presiones nacionales, compraron equipo para instalar dos refinerías mas pero….el gobierno de Miguel de la Madrid, optó por venderlo a precio de remate, a China y a Corea.
Mientras, en el mundo se siguen construyendo refinerías, pues ya suman en total, 680. India, que ya tenia 37, construyó una mas, la mas grande de planeta. Japón, que ni petróleo tiene, ya suma 29. EU ya tiene 155, tan solo en Texas hay 28 y en California existen 20 refinerías. ¿Y en México? Ni una más, desde 1979. Peor aún, las siguen abandonando pues por falta de mantenimiento, trabajan a menos de 50 por ciento de su capacidad.         
Con el paso del tiempo, el desastre fue visible a todos. Hace tres años, el actual gobierno, con todo y el Himno Nacional, lo anunció formalmente: Pemex está en quiebra.  Y ya estábamos comprando del  exterior,  gas y gasolina. Urge, dijeron, una reforma energética. Resultó una reforma energética que consolida lo mal hecho y apuntala la privatización, dicen,  como la manera preponderante de salir adelante.    
Y hoy, al parecer, el futuro nos alcanzó.
Ya se acepta oficialmente que la producción de petróleo sigue a la baja (en 2016 fue de 2.164 millones de barriles por día, 4 por ciento menos que en 2015), ya que la mayoría de los yacimientos están en el mar, y su extracción se dificulta debido a que se halla en aguas muy profundas y como no hay herramienta  nacional adecuada, hay que dejar que poderosas  compañías extranjeras,  hagan dicha labor. Así, empresas  afectadas por la expropiación petrolera hace 78 años, están de vuelta. 
El desastre también se nota en los ingresos. En 2010, Pemex vendió 15 mil, en 2012, 14,400 mil, en 2016, 12,400 mil, todo en millones de dólares. De ahí que con su política, a la que apostó la clase política, no les ajuste.  Apostaron a que priorizando la venta de petróleo al extranjero, el país saldría adelante pero…las cuentas no les salen.        
Para colmo la deuda de Pemex acaba de llegar a los 100 mil millones de dólares.  
Por si eso fuera poco, el crimen organizado roba a Pemex, es decir, a todos nosotros, 24 mil barriles  de petróleo cada día, casi 4 millones de litros, lo que equivale a 21 millones de pesos cada año. Y aunque anuncian que Pemex ha presentado 15 mil denuncias por el robo, no se informa de detenidos. Hay que recordar que en una de las primeras reuniones de la CONAGO, algunos gobernadores pidieron al Presidente de la República que los planos de los ductos de Pemex, fueran abiertos para los mandatarios estatales. Poco después iniciaron los robos del combustible desde esos mismos ductos. ¿Mera coincidencia?  
Las calamidades no paran ahí. (Continuará…)                       

Notitas: Una.- Que sí, es cierto, la clase política encumbrada se ha acabado a la gallina de los huevos de oro, a Pemex: con sus altos salarios, su corrupción, sus robos, sus  privilegios, sus prebendas si fin,… Dos.- Que no es suficiente que la alta burocracia se disminuya el 10 por ciento de sus salarios. El Presidente de la República, no debe percibir más de 100 mil pesos al mes. Y debe pagar sus propios gastos. Lo mismo los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; Y los titulares de los organismos ciudadanizados y autónomos, como el INE y similares. Los legisladores federales no deben percibir más de 80 mil pesos al mes, en total, sin otros privilegios. Los gobernadores no deben percibir más de 70 mil pesos al mes, en total. En esa medida deben disminuir sus salarios sus respectivos subalternos de todos ellos. Por ejemplo, que todos ellos paguen su propia gasolina. A los Partidos políticos se les debe suprimir el 50 por ciento de lo que ahora reciben como prerrogativas. Por lo menos.  Tres.- Que el Salario Mínimo General, debe volver a aumentar, al menos otros 7 pesos al día. Cuatro.- Que al Presidente electo de los EU hay que responderle sus hechos, no sus dichos. Cinco.- Que la Presentación número 40 de mi libro “Cuando correteábamos utopías”, será el 9 de febrero en la Universidad Obrera de México. Luego, a Veracruz… Seis.- Que se exhorta a mis lectores, a hacer ejercicio diario, sembrar otro árbol este año y leer un libro cada mes, ¿va?     

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