martes, 24 de abril de 2018

En voz alta Transición en Cuba

En voz alta 


Transición en Cuba


Teotihuacán en Línea. Por: Gerardo Viloria. En uso de las facultades conferidas en la Constitución, en histórica sesión parlamentaria convocada por el Consejo de Estado de la República de Cuba, la Asamblea Nacional del Poder Popular, el jueves 19, eligió a MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de aquella nación.
Por primera vez en casi seis décadas, alguien diverso a la familia CASTRO, se hace cargo de la oficina más alta del gobierno cubano.
DÍAZ-CANEL, quien se desempeñó con el puesto de primer vicepresidente, fue calificado desde hace mucho tiempo como el favorito para suceder a RAÚL CASTRO, a pesar de no pertenecer a la llamada “generación histórica”, ya que nació el 20 de abril de 1960, un año después del triunfo de la Revolución que lideró FIDEL CASTRO.
RAÚL CASTRO, ahora líder hasta 2021, del gobernante Partido Comunista (PCC), conforme a la Constitución cubana: “la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado”, se mostró plenamente satisfecho con dejar la presidencia en las manos de DÍAZ-CANEL.
Afirmó que confía en el “éxito absoluto” de su sucesor, en sus “virtudes, experiencia y dedicación al trabajo”; “no es un improvisado” y “su ascenso no ha sido fruto del azar ni del apresuramiento”.
Igualmente, exaltó su “solidez ideológica, sensibilidad política, compromiso y fidelidad hacia la revolución”.
“Y cuando yo falte pueda asumir el cargo de primer secretario del Partido Comunista”, añadió.
Eso significa que el poder político y del Estado se concentrarán en una sola figura, como ocurrió con FIDEL y RAÚL CASTRO.
Si bien es cierto que con el arribo de DIAZ-CANEL se inaugura una línea de sucesión institucional y que la Revolución cubana plasma un relevo generacional, también es verdad que se recupera la figura republicana del primero entre iguales.
Junto con él, un grupo de dirigentes son valorados como candidatos a puestos destacados, como el actual canciller BRUNO RODRÍGUEZ, de 60 años; el vicepresidente MARINO MURILLO, de 57, y la líder partidaria MERCEDES LÓPEZ ACEA, de 53.
Incluso, ALEJANDRO CASTRO, el hijo de RAÚL, de 52 años, es figura recia en las fuerzas armadas.
Aunque, DÍAZ-CANEL, comprometido a dar continuidad al legado de sus antecesores, deberá mostrar -junto con los políticos de su generación- que son capaces de liderar una nación con temas diferidos y urgentes, entre otros: serios problemas económicos, hostilidad del gobierno de Estados Unidos y alejamiento de aliados regionales.
Por otra parte, hoy en día, cuando México ha expresado de manera tajante su rechazo a los muros, es ocasión de demostrar que se pueden tender puentes con naciones del Caribe y América Latina basados en el respeto e incluso mediar para terminar con distanciamientos.
En 1959, al imponer FIDEL CASTRO un régimen socialista, tras el derrocamiento del dictador FULGENCIO BATISTA, la comunidad internacional se alejó de La Habana.
México fue el único país en América en mantener relaciones diplomáticas con Cuba basado en la libre autodeterminación de las naciones.
Hasta finales del siglo pasado nuestro país fue un aliado clave de Cuba y un puente en sus vínculos con las naciones latinoamericanas.
Sin embargo, en todo lo que va del nuevo milenio ese cometido diplomático sigue extraviado.

Por ello, la transición en Cuba abre una ventana de oportunidad para recuperar un poco del brillo que ha tenido la diplomacia mexicana

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