Jueves Santo, su significado
La Pascua hebrea y la Pascua
cristiana
Teotihuacan en línea. A raíz de las celebraciones y temporada vacacional concernientes a las festividades de Semana Santa,
Jueves Santo
Pascua es lo nuevo permanente de Dios entre los hombres, Jueves Santo es lo eterno actual del amor de Dios hecho gesto humilde de servicio y entrega. Aunque el jueves santo como día no forma parte del triduo de «Cristo crucificado-sepultado-y resucitado», sin embargo la cena pascual del jueves por la tarde es como la apertura de esta gran fiesta pascual del año litúrgico. Todo comenzó allí, en aquella reunión y despedida dramática, por las que Cristo asume en plenitud su misión, y adelanta, en signos de eucaristía (pan-vino) y servicio (lavatorio de los pies) el desenlace final. El es el personaje central de este «drama», a quien tenemos que contemplar y seguir, con temblor y corazón conmovido. Basta mirarle, para leer su intención y sus sentimientos. Basta acercarse a sus gestos y escuchar sus palabras, para comprender todo el amor que en él se encierra. Basta seguir sus pasos hasta el final de la muerte, para saber cómo tenemos que seguirle en la vida.
La pascua del pueblo hebreo
Pueden distinguirse en ella varias etapas de sentido y configuración.
La etapa primitiva naturalista: el pueblo, que todavía no ha caído en la esclavitud de Egipto, celebra una fiesta familiar al comienzo de la primavera (mes de Nisán), con el fin de consagrar a Dios la nueva vida y pedir su protección, a través de unos ritos llamados «apotropaicos» (=atraer protección). Estos ritos son diversos según el tipo de vida del pueblo: en la etapa nómada-ganadera el rito es el cordero que se sacrifica, con su sangre se untan las entradas de las tiendas, se come... (cf. Ex 8,21-24; 12,1-14); en la etapa sedentaria-agrícola, el rito es los panes ázimos, que se preparan y se comen como signo de ofrenda a Dios (cf. Gen 4,3ss; Ex 13,1ss).
La etapa soteriológica: es aquella en la que el rito pascual coincide con el acontecimiento de la liberación del pueblo de Egipto. Exodo, cap. 12, nos describe el significado teológico de esta Pascua, subrayando la acción salvífica de Dios que, en coincidencia con el momento ritual, «pasa» para castigar a Egipto y salvar a Israel: «Yavé pasará y herirá a los egipcios, pero al ver la sangre en el dintel y en las dos jambas, Yavé pasará de largo por aquella puerta y no permitirá que el Exterminador entre en vuestras casas para herir» (Ex 12,33).