Otumba organiza concurso de ofrendas
Teotihuacan en línea. Otumba. En la explanada de la plaza principal de Otumba y rodeada de puestos de flores típicas para ofrendar a los muertos, de la flor de cempaxúchitl que significa veinte hojas o veinte flores, los empleados de la administración municipal, instalaron 10 ofrendas representativas, de variadas connotaciones cosmogónicas, las cuales fueron explicando los representantes de cada ofrenda al jurado calificador.
En este contexto, Silvestre Vicuña, presidente municipal de Otumba, ofreció premios económicos para los tres primeros lugares, en efectivo, siendo las áreas de Tesorería, presidencia y educación, quien obtuvo el primer premio consistente en tres mil pesos, seguido por seguridad pública, instituto de la mujer, salud y tercer regidor.
Finalmente las áreas de contraloría, sindicatura, agua potable y catastro, con el tercer lugar. También concursaron la dirección de comunicación social, desarrollo agropecuario, desarrollo rural y pro bosque, ecología, todas, con una ofrenda al General zapata; así como la secretaria del ayuntamiento, desarrollo social, protección civil, administración, desarrollo económico y turismo y DIF Otumba, entre otras.
La ofrenda
La espiritualidad, la imaginación, el arte y el fervor que ha vertido el mexicano en el culto a los muertos, alimentan nuestra vida. Entender y festejar a la muerte se torna un rasgo muy marcado de nuestra identidad. Los mexicanos somos un pueblo memorioso que conserva sus tradiciones y las ejerce.
A lo largo del tiempo la fiesta a los muertos mantiene sus aspectos básicos y va sumando nuevos elementos. Para los antiguos mexicas, la muerte no tenía las connotaciones morales de la religión católica, en la que la idea de infierno y paraíso sirven para castigar o premiar la conducta del individuo.
Por el contrario, creían que los rumbos destinados a las almas de los muertos estaban destinados por el tipo de muerte que han tenido, más no por su comportamiento en la vida.
El camino de las almas destinadas al Mitlan era muy complejo, pues durante cuatro años debían de transitar por distintos lugares antes de llegar al Chignahuamitlan, lugar donde descansaban o desaparecían las almas de los muertos. Los niños muertos tenían un lugar especial, el Chichihuacuahco
7 comentarios:
se me antojo la comida de los muertos jijiji
Se vio mucha generosidad en la ofrenda por parte de todos felicidades.
que rico banquete se dieron nuestros difuntos
muy muy bellas ofrendas mis familiares ayudaron
se puso muy bonito, mis respetos, muchas gracias a los veicnos que ayudaron y al presi
la ofrenda del dif me gusto
esta padrisimo el charro de guantes rojos
Publicar un comentario