lunes, 3 de septiembre de 2012

ISSEMyM advierte de peligro en desórdenes alimenticios

ISSEMyM advierte de peligro en desórdenes alimenticios

Teotihuacan en línea. Toluca. El coordinador de Servicios de Salud del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM), Javier Lozano Herrera indicó que para ayudar a personas que presentan algún tipo de trastorno alimenticio, la dependencia los atiende a través de tratamientos psiquiátricos, psicológicos, nutricionales, de terapia familiar y grupal, con los cuales, en muchas ocasiones se logra la recuperación total del paciente.
Explicó que en 2009, este problema afectaba a poco más de dos millones de mexicanos y cada año se suman a esta cifra aproximadamente 20 mil casos, por lo que es necesario establecer medidas de prevención, incluso, de la misma manera en que se combate la obesidad.
En México, subrayó, 65 por ciento de la población, principalmente mujeres, empieza desde los 12 años a realizar alguna dieta para guardar la línea, lo que representa un alto grado de susceptibilidad para padecer algún problema alimenticio.
Derivado de ello, se han generado trastornos como la ortorexia y la vigorexia. La primera, constituye una obsesión por la comida sana, a un nivel que se considera patológico, al existir una preocupación de estos pacientes por mantener una dieta equilibrada.
Los principales síntomas de esta enfermedad son: controlar los niveles calóricos de lo que se come, imponerse prohibiciones y programar detalladamente cada comida.
Javier Lozano puntualizó que este trastorno es más frecuente en mujeres, en personas vegetarianas, macrobióticas, crudistas o frutistas, generando graves complicaciones que van desde desnutrición, anemia, pérdida de peso, detención del crecimiento, osteoporosis, hipotensión, desequilibrios metabólicos, cardiovasculares e inmunes, hasta la ansiedad y la depresión.
En cuanto a la vigorexia, el coordinador de Servicios de Salud del ISSEMyM refirió que se enfoca al deseo de ganar masa corporal magra, no grasa, donde los sujetos se obsesionan por su cuerpo y realizan ejercicios compulsivos para agrandarlo, ya que en su percepción sienten verse débiles y pequeños.
Por ello, este padecimiento también puede considerarse trastorno alimenticio porque su dieta está basada sólo en proteínas y nada de grasa. En este caso, las consecuencias son la adicción al ejercicio con pensamientos constantes de ejercitarse compulsivamente, afectando el entorno laboral, social, académico y familiar, además de que acuden al consumo de fármacos peligrosos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hay q cuidar eso mas en las jovencitas de entre 15 y 20 años

Anónimo dijo...

Y MAS LAS MUJERES PORQUE MI HERMANA ESTABA PADECIENDO ESO QUIEN SABE, PERO ESO ES MUY MALO, SI VIERAN COMO NOS PUSIMOS TODOS BIEN PREOCUPADOS