domingo, 12 de mayo de 2013

Teotihuacan sus barrios

Teotihuacan sus barrios



Teotihuacan en línea. En Teotihuacan no todos los caminos conducen a las pirámides del Sol y la Luna, muy pocos saben que alrededor de la ciudad sagrada y más allá, existen cuatro espacios en los que se localizaban las áreas habitacionales de los antiguos grupos de pobladores de la metrópoli prehispánica.
Se trata de los conjuntos arquitectónicos conocidos como Tetitla, Tepantitla, Atetelco y La Ventilla. Son las áreas de residencia o barrios en los que se estableció la población, en la periferia de lo que se conoce como el Centro Ceremonial de Teotihuacan, compuesto por las dos pirámides y la Calzada de los Muertos.
De acuerdo con investigaciones hechas durante un centenar de años, la urbe llegó a ocupar una superficie cercana a los 22 kilómetros cuadrados, dimensión que para su época la ubicó como la sexta más grande del mundo.
Tetitla, el barrio de los nobles
Barrio que se ubica al oeste de la zona arqueológica, cerca de la Puerta 1, donde podemos ver una muralla de piedra que cuenta con un solo acceso, que a su vez era la única entrada y salida del conjunto.
Todas las áreas habitacionales en Teotihuacan estaban amurallados, lo que hace suponer que tenían un fin defensivo. También se observa que el sistema urbano que caracterizó a estas zonas residenciales consistía en calles, plataformas, plazas, patios y altares.
Tetitla fue habitado en las épocas de mayor esplendor de Teotihuacán, en las fases de los años 350 al 400 d. C. y 450 al 550 d. C. Por los exquisitos decorados pictóricos, se intuye que este barrio fue habitado por un sector de la población que gozó de cierto estatus económico.
Destacan las pinturas murales con imágenes alusivas a deidades, entre ellas, la conocida como Las Diosas Verdes, donde se observan varias representaciones de personajes femeninos que se han relacionado con la diosa Chalchitlicue, asociada con la fertilidad.
Otra de las obras murales que es imposible dejar de admirar en Tetitla, es la de los Jaguares en Procesión, donde se muestra a ocho de estos animales en color naranja, portando penachos y formados en dirección a la puerta de acceso de una habitación. Los felinos, al igual que las serpientes estaban relacionados con el poder.
Algo digno de comentar es que en todos los murales el fondo siempre es rojo, tonalidad que para los antiguos teotihuacanos representaba lo sagrado y se vinculaba con el valor. Créditos: Xanat Ramírez, Luís Espinosa Cardoso, Alejandra Peña Reyes, Alma Soto Fernández

1 comentario:

Anónimo dijo...

importante tema por la diosa Chalchitlicue