viernes, 12 de junio de 2015

Óptica Ciudadana El Perderé

Óptica Ciudadana

 

El Perderé


Teotihuacan en línea. Artículo de José luís Hernández Jiménez. A los dirigentes formales e informales, se los dijimos,  ¡por primera vez! en 1996: “Por la manera tramposa en que fueron elegidos los nuevos dirigentes del PRD; Presidente y Secretario General, hasta aquí subió la izquierda. Ahora ha iniciado su declive”. Pues además, en esa ocasión cerraron el paso al único dirigente histórico que garantizaba rumbo claro y progresista, a dicha izquierda.
En 1997, se los advertimos: “El poder adquirido (con el GDF y múltiples diputaciones), va a corromper a la izquierda”.
En 1999, cuando se repitió el cochinero en la elección de nuevos dirigentes, se los volvimos a gritar: “¡El PRD ya va en picada, Debe reformarse!”. Y nada. En medio de la euforia de “los triunfos”, y siempre obnubilados por el poder, nos tacharon de idealistas, ilusos, cándidos y hasta locos. 
El declive, como lo hemos denunciado intermitentemente, no se ha detenido. (Si mis lectores, me permiten un comercial, les recuerdo que un recuento del deterioro de dicha izquierda, hoy más visible merced a los resultados electorales, aparece en mi libro “Cuando correteábamos utopías”, de reciente aparición) Así que el retroceso (y no solo electoral) de la izquierda y, en particular, del PRD, no ocurrió el pasado 7 de junio. Es el lógico desenlace de un proceso, plagado de errores, fallas, metidas de pata, iniciado hace varios años.

La descomposición ética de la izquierda electoral, es atroz. Y que no se alegren los de la hoy casa de enfrente, la debacle ética los incluye, (basta ver cómo se frotan las manos al saber que podrán manejar 8 mil millones de pesos a su antojo) aunque estén cantando victoria, pues creen haber saltado a tiempo del barco que ellos ayudaron a dañar, y que amenaza con hundirse.
Simplemente son lo mismo. Véase la declaración del candidato ganador de la Jefatura Delegacional Cuauhtémoc. Dice: Si saben contar, “Conmigo no cuenten para los tres años. Me voy antes, pues voy por la Jefatura de Gobierno del DF” O: “En la Delegación Cuauhtémoc están abandonadas la colonias, los servicios públicos,…en el gobierno la nómina consume el 80 por ciento del presupuesto total,…hay muchos aviadores…” Pero no aclara que los jefes salientes del gobierno de esa demarcación, trabajan desde hace meses para su Partido, el MoReNa. 
El resultado electoral reciente del PRD, es apenas un botón de muestra de su deterioro. Si esa izquierda llegó a gobernar (yo insisto que “malgobernar”) 14 de 16 Delegaciones en el DF y hoy, con trabajos, logró ganar 11, con dos camisetas claro, ha retrocedido más. La caída en la obtención de votos – aparte del abstencionismo y del voto nulo que en el DF, son más abultados que en cualquier otra entidad federativa – también es espectacular. Vamos, también es una curiosidad en el mismo sentido, que su ex candidato a la Presidencia de la República, que en 2012, tuvo alrededor de 16 millones de votos (y que en 2013, optó por poner casa aparte, luego de advertir en público de la gente que “nada les debo, por eso me llevo todo, y gritando ¡síganme los buenos!) hoy que hizo campaña él solito, a nombre de los candidatos de su nuevo Partido, lograra apenas 3..3 millones de votos.
Así que nadie de eso que llaman “izquierda”, debe cantar victoria con el actual resultado electoral.
Y, observando el bosque completo, no solo un árbol, habrá que subrayar que ningún Partido debiera regocijarse. Los tres “grandes” retrocedieron en votos. Tal situación parece lógica, por el hartazgo hacia los Partidos existentes, porque el porcentaje de votos válidos sigue disminuyendo y por la participación de tres nuevas opciones electorales.
Y ¿qué onda estimados lectores, ustedes sobrevivieron a estas elecciones? ¿Dan brincos de alegría porque las cosas sucedieron como lo esperaban o están con el Jesús en la boca y el Enrique en el cerebro, porque perdieron sus expectativas? ¿Ya saben qué sigue? No os preocupéis; mejor hay que ocuparse.
Primero hay qué aclarar el significado de lo qué pasó. Porque si nos fiamos solo de lo que se dice a través de los medios de comunicación masiva, podemos equivocarnos, ya ven cómo son de chismosos.  Ya que antes del 7 de junio, el panorama que pintaban era que había riesgo de violencia generalizada. Y pasados los comicios, el escenario que nos dibujan, tiene que ver con el otro extremo, o sea, todo color de rosa mexicano; Puro amor y paz porque, dicen, todo salió a la perfección, con algunos puntos negros en el arroz blanco y ya. Pero no: ni había riesgo de violencia generalizada, pues la inmensa mayoría de los mexicanos y mexicanas, lo que queremos es tranquilidad, ni los comicios fueron perfectos, ya que estamos en México y no en Finlandia o Suiza, ni en Uruguay o Costa Rica, que son algunas de las naciones en las que de veras practican una democracia mucho menos imperfecta que la nuestra.
Pero en general hay buenas noticias. Una es que se llevaron al cabo; la segunda es que casi no hubo violencia; la tercera es que la partidocracia sufrió algunas abolladuras con el triunfo de algunos candidatos registrados al margen de los Partidos. Entre los malos resultados para la aún incipiente democracia mexicana, está que la legitimidad de la representatividad política, sigue muy lastimada, pues por un lado, el llamado voto nulo, que al parecer llegó al 6 por ciento en el país, es decir, la cantidad de gente que sí vota pero anulando su voto, sigue creciendo, y se trata por lo común de personas que razonan más su decisión. Y por el otro, el abstencionismo, es decir, la cantidad de ciudadanos que no vota, sigue siendo más grande que la participación efectiva, ya que ahora llegó al 53 por ciento. O sea, fueron más de 44 millones de ciudadanos que no votaron. Son demasiados. A todos debiera preocuparnos tal situación.             
Por lo que respecta a los resultados proyectados, aparece lo siguiente.     
Ya tenemos en el país a nuevos servidores públicos elegidos: 871 Presidentes Municipales (aparte los integrantes de sus respectivos Ayuntamientos), 534 Diputados Locales, 500 Diputados Federales, 66 Representantes a la Asamblea Legislativa del DF, 16 Jefes Delegacionales y 9 Gobernadores.
Ahora hay que exigirles a todos ellos. Que cumplan. Que no olviden  que sus patrones son los que les pagan, es decir, ciudadanos. Hay que vigilarlos, supervisarlos. Que funcionen o que se vayan Y…
Y volviendo a ¿el PRD y la izquierda? Nomás hay que ver cómo reaccionan ante sus menguados resultados. ¡Quién sabe por qué “el Profesor”, o sea, René Bejarano, aparece riéndose en las entrevistas! (No creo que por ser el único dirigente nacional perredista que ha leído mi libro, no. El motivo debe ser otro) Pero pobres. Parece que por enésima ocasión dejarán ir la oportunidad de promover su propia revolución democrática. Además no comprenden que la que manda es la sociedad. Y si la han agraviado pues…por lo pronto, el PRD se convierte en PRDERÉ. En 2018 puede ser la catástrofe para toda la izquierda; ello si no dan  paso a nuevas generaciones de dirigentes. Que vuelva a constar en actas, pues no quisiera volver a repetir “¡se los dije!”            
Notitas: Una.- Que dijo el Presidente, que la aportación del casi terminado proceso electoral, es la equidad de género (aunque solo habrá una nueva Gobernadora de 9 mandatarios estatales elegidos), los candidatos independientes (aunque igual, solo uno ganó una Gubernatura, y uno, una Diputación Federal, y que hay una mayor competencia (llena de tramposos, por cierto) Dos.- Que tan solo en la capital del país, son 80 las toneladas de propaganda electoral que irá a…la basura. ¡Tanto dinero publico tirado a la basura! Por eso, el eje central de las campañas no debe ser el dinero, sino los debates entre los contendientes. Tres.- Que dicen las autoridades que la evaluación educativa, suspendida “indefinidamente” antes de los comicios, siempre sí va. Claro, luego de las mentadas recibidas. Cuatro.- Que los mentores de algunas secciones del SNTE, estos días siguen de marchistas leninistas, o sea, defendiendo lo que consideran sus derechos, pero pisoteando derechos de los capitalinos. Cinco.- Que el equilibrio deseable es un trío: comer bien, dormir bien y hacer ejercicio diario. No sean mal pensados     

No hay comentarios: