jueves, 27 de agosto de 2015

Óptica Ciudadana

La 63 Legislatura


Teotihuacan en línea. Artículo de José Luís Hernández Jiménez
Atendiendo la invitación de mis cuates del COALT (Coalición de Organizaciones Alternativas), que agrupa a algunas decenas de grupos de ciudadanos que realizan actividades diversas, para participar como uno de los ponentes en su VII Taller de análisis sobre la Constitución, acudí el lunes 24 de agosto pasado, a presentarles mis comentarios sobre los artículos 39,40 y 41.
Hubo necesidad, de explicar el por qué también somos una república representativa (las otras características son: democrática, laica, federal), porque elegimos representantes para que se hagan cargo de la cosa pública. De ahí viene eso de elegir a los titulares de los Poderes Ejecutivo Federal y Estatales y Ayuntamientos, y Legisladores, federales y locales. Y nos explayamos sobre la Cámara de Diputados, en su ya electa 63 legislatura y pronta a tomar posesión, el próximo 1 de septiembre.
Lo que dice la Constitución se oye bonito, les decía en mi opinión. El problema, como en otros artículos, es que la realidad es otra cosa, y muy fea. 
Por ejemplo, cuando se dice que somos una república representativa, pues tenemos representantes, es cierto pero, la generalidad de ellos, son muy chafas o, al menos muy cuestionados en su trayectoria. Véase el caso de los que se están estrenando como Diputados Federales. 
Que al menos, una cuarta parte de ellos, o más, como 130, tiene señalamientos públicos graves, pues: 15 han estado involucrados en procesos penales, 12 han sido señalados como corruptos, 8 tienen denuncias de tener nexos con el crimen organizado, 8 fueron acusados por enriquecimiento ilícito, 21 fueron acusados de uso indebido del cargo, 11 han sido señalados de nepotismo, 14 han tenido gestiones polémicas, 6 han sido catalogados como improductivos en otros cargos públicos, 16 tienen el único mérito de ser hijos de políticos prominentes, 14 han sido catalogados como “chapulines” o “changos”, pues saltan de un cargo al otro, 4 han sido señalados como “brazos” o enlaces con alguna de las grandes televisoras,…, 1 acaba de ser detenido. Y hay de todos los Partidos.  Y el resto… se avizora que la próxima legislatura que inicia, que es la número 63, será igual o más mediocre que las anteriores.

O sea, tenemos representantes pero… Y así con las otras realidades que tienen que ver con alguno de los cinco conceptos comentados del artículo 40. El remedio es que en México predominen los ciudadanos, no los vasallos, pero…esa es otra historia.      
Con respecto al artículo 41, que entre otras cuestiones habla del papel que deben jugar los Partidos Políticos en la conformación del poder, solo les comparto, dije a mis oyentes, y ahora lo hago con mis lectores, una observación general y una propuesta concreta para modificarlo.
Originalmente este articulo, era breve en su extensión; creo que tenía dos párrafos. Con reformas recientes ha quedado de un tamaño gigante. Quizá los legisladores, como integrantes de algún Partido, en su afán de cuidarse los unos a los otros de sus respectivas trapacerías, le agregaron todo lo que se les ocurrió, y  confundieron lo que debe ser una norma general, que es lo que debe aparecer en cada articulo de la Constitución, con la ley reglamentaria respectiva. Es decir, en este artículo metieron el equivalente a toda una ley reglamentaria.  Y quedó un artículo gigante.
Con respecto a mi propuesta concreta para modificarlo, tiene que ver con el financiamiento de los Partidos. 
Aquí entre nos, les confieso que considero que la cantidad de dinero que se les otorga a los partidos políticos registrados, es desmesurada,  a pesar de que se les tiene como  entidades de interés público. Es decir, entidades sobre las cuales todos los ciudadanos tenemos derecho a pedirles cuentas. Me parece que no desquitan lo que se les paga por sus servicios a la patria. Es un verdadero dispendio lo que se les da, a cambio de muy poco. No les digo la cantidad que reciben porque se les puede derramar la bilis, pero lo pueden consultar  en la página respectiva.
Pero creo haber encontrado una solución dentro del actual marco jurídico.
El apartado II del artículo 41, habla de la manera  en que se deben financiar los Partidos. En especial, el inciso A dice: “El financiamiento público para el sostenimiento de sus actividades ordinarias permanentes (de los Partidos) se fijará anualmente multiplicando el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral, por el 65 por ciento del salario mínimo diario, vigente para el DF. El 30 por ciento de la cantidad que resulte de acuerdo a lo señalado anteriormente se distribuirá entre los partidos políticos, en forma igualitaria y el 70 por ciento restante, de acuerdo con el porcentaje de votos que hubieren obtenido en la elección de diputados inmediata anterior”.
Como me parece que dicha fórmula es ventajosa, pues parte del supuesto, de que todos los ciudadanos inscritos en el padrón votan o participan en el proceso electoral, lo cual no es cierto, es decir, es una premisa falsa, pues actualmente no participa ni la mitad de los inscritos, lo que propongo es que haya coherencia. O sea, que en lugar de que la base para la fórmula sea el total del padrón, mejor que dicha base, sea “el número de ciudadanos inscritos en el padrón  que vota en las elecciones”.
De esa manera, en las actuales circunstancias, dicho financiamiento se reduciría drásticamente, más de la mitad. Claro, si convencen a más ciudadanos de ir a votar, pues más dinero se les da.
Con este criterio – que se les dé dinero en base al número de votantes efectivos y no al total de CC inscritos en el padrón – se abatiría el costo de nuestra democracia. Si el proceso electoral que acaba de concluir, costó 36 mil millones de pesos, por ejemplo, con el criterio propuesto hubieran costado 17 mil millones de pesos.
O visto de otra manera, si cada voto en México en esta ocasión costó 18 dólares, que lo convierte en uno de los más caros en el mundo, con el criterio propuesto hubiera costado menos de 9 dólares. Y tómese en cuenta que en Brasil cuesta 1 dólar o en Guatemala, que cuesta 30 centavos de dólar. 
Bien, esta es mi propuesta, incluso para ayudar a que los HH diputados y sus respectivos partidos, se quiten un poco de la mala fama que tiene. Pero quién sabe si los integrantes de la nueva legislatura se animen a retomarla. Sería una manera concreta de – como ahora todos andan prometiendo – empezar a luchar contra el dispendio y la corrupción. ¿Cómo la ven desde ahí? La propuesta ¡eh!               
Notitas: Una.-  Que otras propuestas para los nuevos Diputados es que en lugar de pagar seguro de gastos médicos, se inscriban al ISSSTE, que supriman de sus prebendas a cargo del dinero público, su pago a despensa, a pasajes de avión, a casetas de carreteras, a bono de retiro,  que el cobro de su aguinaldo solo sea el equivalente de 15 días y no de 3 meses, que…. ¿cómo ven diputados? ¡Gánenme! Dos.- Que dos de los Partidos “grandes”, estrenaron dirigentes nacionales. Falta el PRD pues parece que no halla entre sus filas a alguien decoroso. Y que por eso andan en busca de un príncipe azul, quiero decir un intelectual de renombre, Basave, dicen que se apellida, aunque violen sus propios estatutos, pues dicho personaje no es miembro del Partido  y… Tres.-  Que  si nuestra HH clase política quiere en serio enfrentar el vendaval económico que se nos viene encima, pues que apoyen a todas las microempresas y changarros, ya que son la que más trabajadores ocupan. En una de esas hasta se abate el desempleo y el subempleo, y todos tendrían un ingreso decoroso.  Cuatro.- Que la presentación número 12  de mi libro, “Cuando correteábamos utopías”, es en Azcapotzalco, DF, el sábado 5 de septiembre, en el local del SME, en la colonia Electrisistas, en la  esquina de Salomón y Nopaltitla, a las 17 horas. Cinco.-  Que si ya están haciendo ejercicio diario, mis estimados y estimadas. ¿No? Luego no se quejen de que les duele todo su hermoso  cuerpo. Seis.-  Que si ya sembraron su árbol de este  año. ¿No? Luego no se quejen de que la contaminación nos está matando, eh           

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