Científicos emprenden vuelo al espacio para ver el eclipse por más tiempo
Teotihuacán en Línea. El Gulfstream V estacionado en el
hangar ha monitoreado tormentas, ventiscas y huracanes en todo el mundo. Sin
embargo, el 21 de agosto, este jet se elevará unos cuarenta y cinco mil pies en
el cielo en busca de un fenómeno natural como ningún otro al que se haya
enfrentado: un eclipse solar total.
“En esto no hay segundas tomas; normalmente tenemos un poco
más de margen de error”, comentó Louis Lussier, director del proyecto de la
aeronave de investigación del Centro Nacional de Investigación Atmosférica.
“Necesitamos estar en la ruta específica y en las
ubicaciones específicas en los momentos exactos”.
La precisión es elemental porque Lussier y sus colegas planean
usar sus momentos fugaces bajo la sombra de la Luna para recabar datos sobre el
Sol que no se pueden obtener desde la Tierra.
Es uno de los varios experimentos que los científicos que
verán el Gran Eclipse del Continente Americano llevarán a cabo en todo Estados
Unidos, además de ser una oportunidad sin precedentes para profundizar nuestra
comprensión del Sol, así como de la atmósfera de la Tierra.
El vuelo del jet especializado, que opera el NCAR en
representación de la Fundación Nacional de las Ciencias de Estados Unidos,
tendrá lugar mientras los astrónomos observan simultáneamente la corona solar
desde la Tierra y los científicos ciudadanos toman fotos y graban sonidos.
El avión Gulfstream V, que se usará para estudiar el Sol
durante el eclipse, en el Centro Nacional de Investigación Atmosférica en
Broomfield, Colorado.
Los científicos ven el eclipse como una oportunidad sin
precedentes para profundizar en el estudio del sol y de la atmósfera de la
Tierra. NICK COTE NYT
“Nunca ha habido un acontecimiento como este en la historia
de la humanidad, en el que tanta gente pueda participar y con tecnología tan
original” comentó Carrie E. Black, directora asociada del programa del área de
ciencias atmosféricas y geoespaciales de la fundación, durante una reunión de
astrofísicos en Boulder el mes pasado. “Esto se ha convertido en un laboratorio
natural”.
Esta es la primera ocasión en la cual el Gulfstream V, que
lleva sensores y equipo para la investigación atmosférica, estudiará el
espacio.
Desde su ojo en el cielo, los investigadores experimentarán
la totalidad, el punto en el que la Luna bloquea por completo al Sol, durante
unos cuatro minutos, mientras que desde la Tierra solo se verá durante
aproximadamente dos minutos y medio.
Los científicos usarán el tiempo adicional y un dispositivo
de gran tamaño llamado espectrómetro para observar la corona solar, la capa de
plasma que rodea a nuestra estrella. La corona solo es visible desde la Tierra
durante un eclipse solar total y los científicos aprovechan el fenómeno para
estudiar sus propiedades.
Gracias a varios avances tecnológicos de las últimas
décadas, este eclipse ofrece a los científicos la oportunidad de observar la
corona en el espectro infrarrojo, lo cual podría ofrecer más información sobre
los campos magnéticos solares.
Los datos podrían ayudar a resolver un misterio antiguo:
¿por qué la corona se quema a millones de grados centígrados, una temperatura
mucho más elevada que la de la superficie solar?
Jenna Samra, doctoranda en física aplicada del Centro de
Astrofísica Harvard-Smithsonian, es una investigadora principal del proyecto y
ayudó a diseñar el dispositivo.
Ella busca identificar cinco líneas de emisiones infrarrojas
que se crean cuando los electrones en la corona chocan con partículas cargadas
en el plasma, con lo que posiblemente liberan otros electrones
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