Alfredo Castillo Cervantes presenta banda de presuntos asaltantes y homicidasTeotihuacan en Línea. Genaro Olvera. Toluca. En conferencia con medios de comunicación, el Procurador de Justicia mexiquense, Alfredo Castillo Cervantes, informó que tras realizar indagatorias relacionadas con el modus operandi de robos con violencia a establecimientos comerciales de esta ciudad, fue como se logró la ubicación de Mauricio Gutiérrez Rubio, El Maurilio y/o Maguillo de 19 años de edad y Alejandro Valdés González de 28 años, quienes se encontraban en el penal de Santiaguito en Almoloya de Juárez, por su relación en cinco robos con violencia.
El procurador informó que ambos sujetos y uno más de nombre Ignacio Sánchez Antolín, fueron detenidos por elementos policíacos y remitidos al penal antes mencionado en enero de este año, sin embargo, Gutiérrez Rubio y Valdés González, fueron dejados en libertad ya que Sánchez Antolín se responsabilizo de los hechos.
Castillo Cervantes, abundó que de acuerdo a las investigaciones, el modo de operar de estos sujetos consistía en que una mujer también cómplice, ingresaba a los locales comerciales seleccionados para preguntar sobre los productos que se vendían, ubicaba el número de personas al interior y si contaban con seguridad.
Posteriormente ingresaban los involucrados, amenazaban a las víctimas con dos armas de fuego; una calibre 9 mm y otra .380 y los obligaban a entregar dinero en efectivo y objetos de valor.
Castillo Cervantes, señaló que los probables responsables están relacionados con los hechos del 12 de noviembre del 2010; en esa ocasión ingresaron a un local de computadoras en la avenida Venustiano Carranza, y como el agraviado trato de impedir el asalto, lo privaron de la vida.
Por lo que hace al homicidio de uno de sus cómplices Raymundo González Gómez, refirieron que planearon su muerte, ya que este vendió cinco vehículos robados y no les entregó el efectivo que les correspondía. Para tratar de desviar las investigaciones le colocaron una cartulina firmada supuestamente por una organización delictiva con orígenes en Michoacán y abandonaron el cuerpo en el poblado de Capultitlán, abundó el titular de la dependencia




Recordó que entre otras acciones en el municipio que gobierna se cuenta con diversas estancias infantiles, los centros de desarrollo comunitarios, salones de usos múltiples, así como un transporte con ruta establecida para personas con alguna minusvalía, además de editar y distribuir entre los escolares de Huixquilucan una publicación que resalta los valores y sensibilidad social, ya que “es importante que niños y jóvenes se involucren en el respeto e integración de las personas mayores y con discapacidad”.







La Estructura 5 de Tulum, que contiene una hermosa pintura mural relacionando a la deidad solar con la lunar, señala la puesta solar en la víspera del paso cenital del Sol en este sitio maya. Resulta notable sin embargo que la mayoría de las más importantes edificaciones prehispánicas están alineadas hacia eventos solares que no corresponden a ninguno de los señalados anteriormente. Se trata de alineaciones que suceden en fechas sin obvio significado astronómico. Así por ejemplo, la Pirámide del Sol de Teotihuacan y con ella un eje urbano de la ciudad, se alinea al ocaso los días 29 de abril y 13 de agosto. En estas fechas suceden también alineamientos solares en pirámides alejadas por cientos de kilómetros de esta gran urbe. Tales fechas son de excepcional significado en el pensamiento prehispánico debido a que simplemente dividen al año solar en proporciones expresables por cuentas de días muy importantes para el sistema calendárico prehispánico. En efecto, después de la primera alineación en el año, el 29 de abril, es necesario que transcurran 52 días para que llegue el solsticio de verano. Otros 52 días separarán a éste del día de la segunda alineación solar de la pirámide, el 13 de agosto. Partiendo de esta fecha, la puesta solar número 260 será nuevamente el 29 de abril del siguiente año. Claramente las cuentas involucradas en esta división del trayecto solar en el horizonte poniente de Teotihuacan implican números que reflejan la estructura del sistema calendárico. Por lo anterior, esta orientación confiere a dicha pirámide, la tercera más grande de México, un valor simbólico del mayor rango ritual ya que la cuenta del tiempo se consideró como un tema sagrado











