jueves, 24 de octubre de 2013

El decrecimiento

El decrecimiento


Teotihuacan en línea. José Luís Hernández Jiménez. “Hay que trabajar menos horas, para trabajar todos”, dijo tajante Serge Latouche, un economista francés de 73 años, al enviado del diario español El País (18-VIII-13). Al leer tal declaración, me dije a mi mismo: Mi mismo, estoy de acuerdo. Es más, desde hace unas cuatro décadas, con eso que antes denominaban izquierda, y que hoy sabe dios dónde andará, se exigía para paliar la crisis, aplicar la formula de “¡Semana laboral de 40 horas con pago de 56!”
Y ahora, o mejor dicho desde inicios de la década del 2000, don Serge propone algo similar y algo más.
Si se hiciera realidad, a mediano plazo todos saldríamos ganando: Los actuales trabajadores formales, tendrían más tiempo para descansar o para dedicarlo a su familia o para capacitarse o para cultivarse y rendirían mas; millones de informales podrían ser absorbidos para laborar cubriendo el hueco de tiempo dejado por aquellos, en dichas empresas o en los gobiernos; éstos empleadores, siempre estarían operando y ganarían mas, pues, habría más consumidores o demanda; y la producción y mejoría de todo, se elevaría y…pero ésta es otra historia con final imperfecto según el economista citado.  
Lo que quiero hoy, es compartirles algo más del pensamiento de Serge y de sus seguidores que, aunque a primera vista parece extraño, no está mal lo que proponen y que llaman el Decrecimiento, y que es una especie de teoría basada en las criticas al consumismo y al mal trato al medio ambiente. Entonces, dicen que esa teoría también podría llamarse, Ecosocialismo.
Don Latouche dice que su reflexión se inspira en el filósofo austriaco (que vivió en México) Ivan Illich y luego de mirar directamente en África, los trágicos efectos de la “occidentalización”, es decir, de obligar a ese continente a progresar o crecer como “occidente”. Decir “occidente” es decir Europa y EU. Y no hay que ir tan lejos, para darle la razón a ese profesor emérito de la Universidad de París – Sur: Si a los gringos o a los europeos, les da por transportarse en coche, porque tal armastote es signo de progreso y crecimiento, a los mexicanos (y a todos los demás) se nos va la vida en copiarles su estilo de vida.

Y al poco tiempo, no solo contaminamos el medio ambiente, sino que ya ni tenemos espacio para circular ni para estacionarnos. Y así con todo.
De ahí que Latouche y compañía, clamen contra la cultura del úsese y tírese, del crédito si ton ni son, y “de todos los atropellos que amenazan el futuro del planeta…ya que se vive una crisis de civilización, es decir, crisis económica, financiera, ecológica, social, cultural”. En su libro “La sociedad de la abundancia frugal”, dice:”Hay que aspirar a una mejor calidad de vida y no a un crecimiento ilimitado del PIB…abogamos por un reordenamiento de prioridades. La apuesta por el decrecimiento es la apuesta por la salida de la sociedad de consumo”. Otro de sus libros es “Prosperidad sin crecimiento. Economía para un planeta finito”.
En el actual mundo laboral, dice, priva la ley del mercado: “Si se trabaja más, se incrementa la oferta laboral y como la demanda no aumenta, los salarios bajan. Cuanto mas se trabaja, más se hacen descender los salarios. Hay que trabajar menos para que trabajemos todos. Pero, sobre todo, trabajar menos, para vivir mejor”.
Por otro lado, explica don Serge, citando al politólogo inglés, Colin Crouch, “Así como la humanidad vivió en la predemocracia, que fue la lucha en contra del feudalismo y el absolutismo, y luego en la democracia, con el apogeo del Estado Social luego de la Segunda Guerra Mundial, hoy se vive en la postdemocracia, pues el mundo está dominado por una oligarquía económica y financiera, que tiene a su servicio a toda una serie de funcionarios, que son los Jefes de Estado de los países. Ahí está el caso de Grecia a la cual, para sacarla de la crisis, la sometieron a las mas cruel austeridad, en perjuicio de los griegos, en lugar de dejarla declararse en suspensión de pagos, como debía ser, para salvar a su pueblo”.
¿Cómo la ven mis estimados? No sean mal pensados, me refiero a la teoría de Latouche, o sea el Decrecimiento. Es un esfuerzo intelectual, entre otros, para lograr un mundo mejor. Suena bonito, aunque quién sabe si pegue, ya ven que mientras todos los socialismos inventados, es decir, los reales, han caído uno tras otro, el capitalismo sigue tan campante. O como dice la filósofa Mafalda: “Tranquilos. El capitalismo está condenado a desaparecer. Nomás le quedan como trescientos años de vida”.
Mientras, lo que sí se puede lograr, es la semana laboral de 40 horas con pago de 56. Digo, esto si todos los trabajadores se ponen las pilas. Porque con esa, todos ganan. Y de eso se trata, ¿no creen?                            
Notitas: Una.- Que Marcelo Ebrard se oye muy chistocito cuando proclama su deseo de ser Presidente del PRD, al mismo tiempo que lo califica como “satélite del PRI”, por apoyar la reforma fiscal, recién aprobada por la mayoría de sus Diputados. Dos.- Que se comprueba que los extremos se juntan al escuchar a otro chistocito, el Senador Cordero, ya que igual descalifica a su partido, el PAN, con similar alegato esgrimido por Ebrard. Tres.- Que se envían felicitaciones a Tania Romero Hernández, por su cumpleaños número… ¡se me olvidó! Cuatro.- Que para celebrar que SSS ya es un anciano decrépito de la quinta edad, acudirá a la invitación de Si Fu, Shi Yang Min, célebre ex entrenador de los monjes del Templo Shaolin de China, a practicar kung fu cuatro días seguidos, de 6 de la mañana a 21 horas, del 24 al 27 de octubre, aquí cerquita, en Ahuatepec (casi Cuernavaca), Morelos, en el convento Benedictino de costumbre. Si gustan y entrenaron durante todo el año, ahí nos vemos. Y si sobrevivo a esa verdadera tortura china, nos vemos acá la próxima semana                
Correo E  hernandez-jimenez2012@hotmail.com

   

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