Éstos son los síntomas del
Cáncer de próstata
Edoméx en Línea. El cáncer de próstata es el tumor más
frecuente en hombres y la tercera causa de mortalidad según datos de la
Asociación Española Contra el Cáncer. Aproximadamente fallecen seis mil hombres
al año por esta enfermedad, y el riesgo de padecerlo aumenta con la edad del
paciente.
De hecho, “más del 80% de los casos de cáncer de próstata se
diagnostican en hombres mayores de 65 años y más del 90% en fase localizada”,
explica la presidenta del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (Sogug),
Aránzazu González del Alba, oncóloga médica del Hospital Universitario Puerta
de Hierro.
Por ello, se recomienda acudir al urólogo a partir de los 45
años para revisar la próstata, edad que se reduce a los 40 años para aquellos
hombres con antecedentes familiares de primer grado que hayan tenido la
enfermedad, ya que tienen hasta el doble de riesgo de padecerla.
La visita al urólogo a partir de estas edades cobra aún más
importancia si se tiene en cuenta que “el cáncer de próstata no tiene unos
síntomas específicos que puedan diferenciarse de otra patología prostática
benigna”. Aún así, los más comunes “son aumento en la frecuencia de la micción,
dificultad o urgencia para orinar, incontinencia urinaria, sangre en la orina o
en el semen o eyaculación retrógrada”, informa la experta.
Sin embargo, y pese a ello, existe un número importante de
tumores de próstata que son diagnosticados de forma asintomática tras realizar
una determinación analítica del PSA. “Por ello, es tan importante que los
hombres acudan al urólogo para valorar el estado de la próstata y, así, adaptar
el seguimiento médico según el riesgo que tengan individualmente”, recalca.
Se puede prevenir
Para prevenir este tipo de tumor existen dos hábitos
imprescindibles: “Las revisiones periódicas, que son fundamentales para
detectarlo de forma precoz, por lo que es recomendable hacerlas con asiduidad
desde los 45 años en pacientes sin síntomas; y el mantenerse activo
físicamente, junto a una dieta saludable, para que de esta forma el hombre no
desarrolle obesidad”, explica Javier Romero-Otero, director médico de ROC
Clinic y director del departamento de Urología de HM Hospitales. Los buenos
hábitos, desde una edad temprana, pueden, además de ayudar a mantener el peso,
evitar patologías como la diabetes o la hipertensión, enfermedades
identificadas como factores de riesgo del cáncer de próstata.
El cáncer de próstata, informa Romero, “Es una enfermedad
por la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de la
próstata, una glándula del aparato reproductor masculino ubicado debajo de la
vejiga y cuya función principal es producir el líquido que nutre y transporta
esperma (líquido seminal). La incidencia del diagnóstico de este tumor depende
principalmente de la edad y de los antecedentes familiares. El cáncer de
próstata hereditario se asocia con un inicio de la enfermedad de seis a siete
años antes, pero la agresividad de la enfermedad y la evolución clínica no
parecen diferir”.
La prevención es clave para poner los remedios oportunos a
un tumor que no presenta síntomas en sus fases iniciales, ya que, si se
diagnostica a tiempo, tiene una alta probabilidad de curación con un pronóstico
muy bueno. “A pesar de esto, cada vez disponemos de más tratamientos que
permiten contener la enfermedad durante periodos muy largos de tiempo”, destaca
Romero-Otero.
Por esta razón, es importante saber que, hoy en día,
“existen avances que permiten detectar áreas sospechosas de cáncer que hasta
ahora era imposible ver, como la resonancia nuclear magnética multiparamétrica
de próstata y la biopsia prostática por fusión de imágenes, con la que se
consigue tomar muestras dirigidas a esas zonas de sospecha de tumor, siendo una
prueba diagnóstica mucho más precisa”, detalla.
Tratamientos existentes
Respecto al tratamiento, González del Alba informa de que en
los casos de cáncer de próstata localizado se puede realizar una cirugía
radical abierta o bien por laparoscopia (asistida o no por robot), la
alternativa es la radioterapia con o sin tratamiento hormonal; en los casos más
avanzados o metastásicos se suele requerir una terapia hormonal sistémica
basada en la supresión de andrógenos sola o en combinación con otras opciones.
“Gracias a los avances terapéuticos de la última década, se
ha logrado aumentar notablemente la supervivencia de los pacientes con cáncer
de próstata avanzado o metastásico. No obstante, es necesario que el paciente
sea manejado siempre en el seno de un comité multidisciplinar con el fin de que
pueda optar a la mejor terapia en cada momento de su evolución”, asegura la
doctora.
Los tratamientos para el cáncer
de próstata varían según el estadio
“En tumores con buen pronóstico y no agresivos, se puede
emplear la vigilancia activa, que consiste en un control exhaustivo mediante
resonancia magnética de próstata y biopsias de control”, destaca Romero.
Para tumores con buen pronóstico que pueden tratarse
localmente, “se puede optar por la terapia focal, una técnica que actúa
únicamente sobre el foco tumoral, aplicando diferentes fuentes de energía
(térmicas, potenciales eléctricos o radiación)”.
Por último, en tumores con mayor agresividad, “los
tratamientos suelen incluir la prostatectomía radical a través de cirugía, que
consiste en la extracción total de la glándula prostática y los tejidos
circundantes. Para ello, se emplean técnicas mínimamente invasivas como la
cirugía robótica”.
En cualquier caso, “el diagnóstico precoz es determinante en
el pronóstico y evolución de la enfermedad, ya que nos permite actuar con
rapidez y que ésta no avance para que, no sólo no quite calidad de vida a los
pacientes, sino que, además, no llegue a quitarles años de vida”, insiste el
Romero