miércoles, 28 de diciembre de 2022

Teotihuacán: Encuentran esqueleto de mono araña de mil 700 años de antigüedad


Teotihuacán: Encuentran esqueleto de mono araña de mil 700 años de antigüedad

Edoméx en Línea/Teotihuacán en Línea. Los restos óseos completos de un mono araña, visto como una curiosidad exótica en el México prehispánico, otorgan a los investigadores nueva evidencia sobre los lazos sociopolíticos entre dos antiguas potencias: Teotihuacán y gobernantes indígenas Maya.

El descubrimiento fue realizado por Nawa Sugiyama, arqueóloga antropóloga de la universidad UC Riverside, y un equipo de arqueólogos y antropólogos que desde 2015 han estado excavando en el Complejo Plaza de Columnas, en Teotihuacán. También se descubrieron restos de otros animales, así como miles de fragmentos de murales de estilo maya y más de 14.000 tiestos de cerámica de una gran fiesta. Estas piezas tienen más de mil 700 años de antigüedad.

El mono araña es la evidencia más temprana de cautiverio, translocación y diplomacia de obsequio de primates entre Teotihuacán y los mayas. Este hallazgo permite a los investigadores reunir evidencia de interacciones de alta diplomacia y desacredita las creencias anteriores de que la presencia maya en Teotihuacán estaba restringida a las comunidades de inmigrantes, dijo Sugiyama, quien dirigió la investigación.

“Teotihuacán atraía a gente de todas partes, era un lugar donde la gente venía a intercambiar bienes, propiedades e ideas. Era un lugar de innovación”, dijo Sugiyama, quien colabora con otros investigadores, incluido el profesor Saburo Sugiyama, codirector del proyecto y profesor en la universidad Arizona State University, y Courtney A. Hofman, antropóloga molecular de la University of Oklahoma. “Encontrar al mono araña nos ha permitido descubrir conexiones reasignadas entre Teotihuacán y líderes maya. El mono araña le dio vida a este espacio dinámico, representado en el arte mural. Es emocionante reconstruir esta historia viva”.

Los investigadores aplicaron un enfoque arqueométrico de múltiples métodos (zooarqueología, isótopos, ADN antiguo, paleobotánica y datación por radiocarbono) para detallar la vida de este mono araña hembra. El animal probablemente tenía entre 5 y 8 años en el momento de su muerte.

Sus restos óseos se encontraron junto a un águila real y varias serpientes de cascabel, rodeados de artefactos únicos, como finas figurillas de piedra verde hechas de jade del Valle de Motagua en Guatemala, abundantes artefactos de concha/caracol y lujosos objetos de obsidiana, como navajas y puntas de proyectiles.

Esto es consistente con la evidencia del sacrificio vivo de animales simbólicamente potentes que participan en los rituales estatales observados en los escondites dedicatorios de las Pirámides de la Luna y el Sol, afirmaron los investigadores.

Los resultados del examen de dos dientes, los caninos superior e inferior, indican que el mono araña en Teotihuacán comía maíz y chiles, entre otros alimentos. La química ósea, que ofrece información sobre la dieta y el medio ambiente, indica al menos dos años de cautiverio. Antes de llegar a Teotihuacán vivía en un ambiente húmedo, alimentándose principalmente de plantas y raíces

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los mayas guardan muchos misterios más que los teotihuacanos