Empleadores abusan de jóvenes con becas Jóvenes Construyendo
el Futuro, denuncian. Cambian reglas
Teotihuacán en Línea. Luego de varias denuncias de
irregularidades en su funcionamiento, el programa Jóvenes Construyendo el
Futuro cambiará reglas de operación prohibiendo que los aprendices realicen
actividades, de seguridad o de tercerización.
Las reglas de operación propuestas por la Secretaría del
Trabajo y Previsión Social (STPS), exigidas por primera vez por la Cámara de
Diputados, contemplan actuar jurídicamente en contra de las empresas o personas
que incumplan con el ordenamiento.
Jóvenes Construyendo el Futuro es un programa de
capacitación laboral. Está dirigido a quienes no estudian y no trabajan y
tienen entre 18 y 29 años. La STPS, (Secretaría del Trabajo y Previsión Social)
les vincula con una empresa o centro de trabajo para que adquieran experiencia
laboral que les ayude a encontrar un trabajo.
Cada mes, y durante un año, el gobierno les otorga una beca
de 3,600 pesos.
Si bien ese porcentaje es menor al promedio de los países de
la OCDE, que es de once por ciento, muchos de quienes trabajan lo hacen en
“condiciones precarias, con alta rotación y bajos ingresos”, expone la
dependencia encabezada por Luisa María Alcalde. La tasa jóvenes que trabaja en
el mercado informal en el país es de sesenta y dos por ciento, mientras que la
de los mayores de 30 años es de 56.8 por ciento.
Durante su primer año de operación, el programa insignia de
la STPS funcionó con lineamientos y no con reglas de operación. La diferencia
entre ambos es que los primeros pueden ser modificados las veces que la
secretaría lo considere. Las segundas suponen mayor transparencia en su
ejecución.
Algunos becarios denunciaron el cobro de “moches” por parte
de las empresas, así como tareas que les asignan que no les aportan habilidades
laborales.
Por ello, las nuevas reglas de operación prohíben que los
jóvenes hagan trabajo doméstico, ventas multinivel o esquemas piramidales, así
como tareas de vigilancia. No pueden ser veladores ni choferes personales.
Tampoco está permitido que los ubiquen como personal de
seguridad para resguardo de bienes o personas, o para trasladado de valores.
Prohíbe también el proselitismo político-electoral o dentro de un partido
político.
Asimismo, están vetadas las actividades de culto religioso.
Hace unos días el presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias
Cristianas Evangélicas (Confraternice), Arturo Farela, declaró que como parte
de la capacitación que le dan a más de siete mil jóvenes, les hablan de
principios morales basados en la Biblia.
Los planes de capacitación, señalan las reglas, deben
“fomentar la adquisición de conocimientos, competencias, habilidades y
experiencia laboral”. Sin embargo, han trascendido casos de jóvenes que reciben
instrucción en pequeños establecimientos, como tiendas de abarrotes o fondas.
En septiembre pasado, la STPS dio de baja a las empresas
D&C Jiménez, así como Iwet Concept de México, ubicadas en el estado de
Morelos. La dependencia comprobó que ambas pedían una cuota a los aprendices.
Sin embargo, varios de los jóvenes tenían la incertidumbre
de si podrían continuar en el programa. Los lineamientos y ahora las reglas de
operación les permiten cambiarse de centro de trabajo una sola vez.
Las nuevas reglas contemplan estos casos y señalan que si
las empresas son sacadas del programa, los jóvenes no estarían utilizando esa
única oportunidad de vincularse a otra, lo que les da mayores opciones de
movilidad.
Otra manera en la que el programa ha sido mal utilizado es
para reemplazar trabajadores por becarios. Algunas empresas han despedido a sus
empleados y las tareas que ellos realizaban con un salario y, a veces, con
prestaciones, son encomendadas a los aprendices que reciben una beca del
gobierno.
En las reglas de operación se establece que es obligación de
los centros de trabajo “No reemplazar trabajadores por aprendices ni terminar
una relación laboral y comenzar una de aprendiz con la misma persona”. Tampoco
pueden ponerlos a realizar “actividades de tercerización”