martes, 12 de julio de 2016

Descubren entierro de mujer de élite en Teotihuacan

Descubren entierro de mujer de élite en Teotihuacan


Teotihuacán en Línea. Teotihuacán. el antropólogo físico Jorge Archer Velasco informó del descubrimiento del entierro de mujer de élite en Teotihuacán.
Se trata de uno de los personajes que presenta una mayor cantidad de modificaciones corporales, entre los registrados hasta ahora en la metrópoli teotihuacana. “Fue una persona única”, que falleció alrededor de los 35-40 años de edad, informó.
El experto detalló que la cabeza de esta mujer debió lucir alargada, porque su cráneo muestra una modificación del tipo tabular erecta que se logró mediante una compresión fronto-occipital muy extrema, se trata de un tipo de deformación cultural que no fue propia de esta región del Altiplano Central mexicano donde se localiza Teotihuacán, sino del sur de Mesoamérica.
El mayor distintivo de “La mujer de Tlailotlacan”, como ha sido nombrada por los investigadores por haberse hallado en dicho barrio en 2014, se asomaba, literalmente, por el par de redondas incrustaciones de pirita que tiene en los incisivos centrales, “para ello se tuvo que hacer un taladrado en el esmalte, una técnica que se tiene reportada en la zona maya, en la región del Petén y Belice”.
“Lo más sobresaliente es que, a su vez, los incisivos inferiores fueron reemplazados por una vistosa prótesis hecha de serpentinita, que tiene forma de un incisivo y al parecer es de factura foránea. La mujer debió utilizarla por un largo periodo porque muestra desgaste y hay evidencia de formación de sarro. Actualmente se hacen análisis para saber si esta pieza se fijó mediante algún tipo de cementante o usando una fibra que la sujetara a la mandíbula”, aseveró.

La arqueóloga Verónica Ortega, subdirectora del sitio arqueológico, detalló que el descubrimiento del entierro se registró durante las excavaciones que se realizaron en un predio de la colonia El Mirador, en el poblado San Juan Evangelista, en Teotihuacán, donde en tiempos prehispánicos estuvo asentado el Barrio Oaxaqueño también llamado Tlailotlacan, que significa el de la “gente de tierras lejanas”.
Los integrantes del Proyecto de Investigación Arqueológica Barrio Oaxaqueño, que este 2016 cumple ochos años de trabajo, en ese terreno que abarca ochocientos metros cuadrados, ha registrado tres conjuntos arquitectónicos. Fue en el denominado TL6, bajo el piso de una habitación, que encontraron una cista o espacio excavado de forma rectangular, en cuyo interior estaba el esqueleto extendido de la mujer y una ofrenda de 19 vasijas.
Por la estratigrafía observada en la excavación y los materiales cerámicos asociados, los arqueólogos señalan que el evento funerario debió ocurrir entre los años 350-400 de nuestra era.
La directora del proyecto refirió que estos son los primeros resultados de los análisis en torno a la osamenta, a los que se suman el que se realiza en los laboratorios de Arqueología Experimental del Museo del Templo Mayor, donde el doctor Emiliano Melgar analiza la prótesis dental de piedra verde a fin de conocer su técnica de manufactura y su procedencia.
“Es un asentamiento que nos ha llevado a ver que la presencia oaxaqueña en la ciudad se dio desde su origen y se prolongó hasta su caída. Las excavaciones hechas desde 2008, han permitido visualizar de manera amplia los procesos de integración de la población foránea en Teotihuacan, que formó corredores comerciales que beneficiaron a tres regiones en particular: el propio Altiplano Central, el Occidente y el área oaxaqueña”.

“Lo anterior, manifiesta el carácter cosmopolita que tuvo Teotihuacan para dar cabida a población diversa que no llegaba necesariamente en calidad de servidumbre, sino que incluso detentaron posiciones de poder. Así lo indica el hallazgo de entierros de gente de prestigio, como es el caso de La mujer de Tlailotlacan”, agrega.
A pesar de la distancia, unos 600 kilómetros en línea recta que separan el área central oaxaqueña de Teotihuacán, la gente originaria de los Valles Centrales respetaba la traza urbana de la gran ciudad, sin embargo, al interior de sus casas reproducía sus propios patrones, por ejemplo, acostumbraba crear sus recintos funerarios antes de construir las habitaciones, utilizaba la cerámica de su lugar de origen, o bien, con arcillas locales reproducía el estilo de aquella.
La doctora Verónica Ortega subrayó que el proyecto de investigación ha permitido hacer una labor más sistemática en el sector poniente de Teotihuacán, luego de los trabajos hechos en diferentes momentos por los arqueólogos John Paddock, Evelyn Rattray y Michael Spence

4 comentarios:

Anónimo dijo...

parece diente de jade,a lo mejor ellos ya ponían implantes de esa forma

Teresita dijo...

Hola!porque el cráneo alargado?a caso no es de este mundo

Anónimo dijo...

El cráneo alargado es por la deformación craneal que le hacian a algunos individuos cuando eran niños. Esta práctica era común en las sociedades Prehispánicas de varas regiones en México y Sudamérica.

Anónimo dijo...

cosa extraña que contaran con la tecnología para hacer dientes exactos