viernes, 20 de noviembre de 2020

José: El albañil que estudió la ley para lograr encarcelar al asesino de su hija


José: El albañil que estudió la ley para lograr encarcelar al asesino de su hija

Teotihuacán en Línea. Decepcionado del sistema de justicia en México, José Diego Suárez Padilla tuvo que dejar la albañilería para convertirse en un experto en leyes y así poder meter a la cárcel al asesino de su hija, Rosa Diana "N", quien perdió la vida luego de ser atacada a puñaladas por su novio, Gilberto "N" un 31 de diciembre de 2010 en Atizapán.

Ante los conocimientos  legales adquiridos, no solo logró recluir al asesino, sino a dos funcionarios que le negaron protección a Diana dos meses antes de la tragedia.

“Le tenían que haber puesto un médico legista, no se lo pusieron. Les dijo que la había amenazado de muerte, tampoco consideraron que eso fuera delito...Cuando yo volví a todos esos juzgados, fue porque mi hija estaba muerta y ya no se podía hacer más que luchar por la injusticia…” recuerda don José.

José Suárez no contaba con el dinero suficiente para pagar un abogado que llevara el caso de su hija, sin embargo, esto le sirvió como motivación para tomar las riendas por su propia cuenta. Se propuso a estudiar a detalle todo el código penal, el civil, la ley de amparos y decenas de libros sobre derechos humanos. Por si fuera poco, logró presentar 350 escritos y combatió en tribunales seis apelaciones; todo con una finalidad de hacer justicia. “Yo me juré ahí, donde me la dejó el criminal, que lucharía por ella. Que iba a luchar no sé hasta dónde para que se le hiciera justicia”, dijo.

Diana se convirtió en un caso más de los cientos que quedan impunes en nuestro país. Tan solo en 2019 se registró un total de mil feminicidios en comparación de los 913 de 2018, sin embargo, diferentes organizaciones aseguran que existen muchos más sin ser contabilizados. La muerte de Diana es considerada por muchos un crimen anunciado ya que las autoridades no tomaron en cuenta las advertencias que había recibido y además negaron brindarle protección

Según las declaraciones de Don José, Gilberto llegó a casa de Diana un 4 de octubre de 2010 para golpearla. Luego del hecho, acudieron al Ministerio Publico para presentar una denuncia. "Quiero que le pongan una orden de restricción a Gilberto; tengo miedo de que se enoje más y me mate" dijo en ese momento Diana pero las autoridades no hicieron caso.

“Eso no existe en México, las órdenes de protección solo se dan en Estados Unidos”. “No te robó el celular; tú lo entregaste”. “Las peleas entre novios no son un delito”, fueron las explicaciones que recibieron en el Ministerio Público.

El secretario del MP de Atizapán, Juan Ignacio Robles Márquez y la Ministerio Público, Mónica Hernández Ruiz no encontraran ningún delito de ameritara una orden de protección.

Meses más tarde ocurrió. Gilberto asesinó a Diana de 16 puñaladas un 31 de diciembre de 2010. Diana estaba a poco tiempo de cumplir apenas 22 años de edad y se encontraba a la mitad de sus estudios en la carrera de Administración de Empresas en la Universidad Autónoma del Estado de México. “Ellos son cómplices de todas esas tragedias, por eso están muriendo tantas mujeres, porque los asesinos saben que las autoridades no hacen nada. A mi hija ya no la tengo, pero si ella dio su vida, que esa vida valga la pena. A las familias les digo: que no se rindan, que no se venzan, que luchen hasta lo máximo”, agregó.

Después de varios años de constante preparación y sobre todo de superar obstáculos en el camino, Don José logró en 2019 una sentencia de 67 años de prisión para el asesino de su hija. Asimismo, los funcionarios que negaron la protección recibieron una condena de dos años



3 comentarios:

Anónimo dijo...

👏👏👏 Le hizo justicia su propio padre en contra de todos esos cochinos corruptos 👏Felicidades

Anónimo dijo...

Lo que hace el amor de un padre para defender a los hijos. Dios bendiga a este hombre que con su preparación y su inteligencia pudo darle paz a su hijita

Anónimo dijo...

Eso deberíamos de hacer muchos que estamos esperando justicia