¿Te lavas bien los dientes o
tendrás caries? Aquí diez consejos
Edomex en Línea/Teotihuacán en Línea. Pensar que sólo con el
cepillado es suficiente es el error más frecuente que cometemos, pero hay otros
hábitos erróneos en la limpieza bucal que tienen que ver con el tipo de cepillo
empleado, la técnica o el momento en el que se lleva a cabo.
En los últimos años, la prevalencia de las enfermedades dentales
no ha sufrido cambios significativos. Y esto puede deberse, entre otras
razones, a que sigue fallando el factor clave: la prevención, basada en la
adopción de unos correctos hábitos de higiene bucodental, siendo el cepillado
de dientes el más básico, fundamental e imprescindible. La periodoncista Regina
Izquierdo, analiza los 10 errores más frecuentes del cepillado.
1. Cepillar muy fuerte
Algunas personas creen que al realizar un cepillado más
vigoroso están limpiando mejor. Sin embargo, esta mala costumbre (cepillado
traumático) puede dañar de manera irreversible el diente, produciendo un
desgaste del mismo y una pérdida de encía, dejando expuesta parte de la raíz
2. Cepillar muy rápido
En este aspecto también es más importante la calidad que la
cantidad. Si bien lo recomendable es cepillarse después de cada una de las
comidas principales, es imprescindible emplear al menos 2 minutos en realizar
dicha tarea. Por término medio, se suelen emplear entre 30 a 40 segundos en cepillarse
los dientes, tiempo insuficiente si tenemos en cuenta que tenemos 32 dientes y
que hay que arrastrar la placa de las diferentes superficies dentarias
3. Usar un cepillo en mal estado
Si el cepillo está muy desgastado, se pierde el redondeado
final de las cerdas y, además, éstas se abren. Esto hace que el cepillado sea
menos eficaz e incluso que pueda dañar dientes o encías. Lo recomendable es
cambiar el cepillo dental cada 3
a 4 meses, y lo mismo se debe hacer con los cabezales de
los cepillos eléctricos. Así mismo, otro
error frecuente con el cepillo dental parte de su conservación; es un error no
limpiarlo en profundidad tras su uso y no secarlo, metiéndolo de inmediato en
el capuchón de plástico, lo que favorece el crecimiento y la proliferación de
bacterias en su interior
4. Usar cepillos con cerdas duras
Los cepillos con cerdas duras desgastan dientes y encías, y
peor aún si se ejerce una fuerza excesiva durante el cepillado. Por lo general,
se recomienda cepillos de dureza media, y suaves en caso especiales (encías
finas, casos de hipersensibilidad dental o gingival, presencia de recesiones o
raíces expuestas …)
5. Usar cepillos con cabezales
grandes
Si bien no hay evidencia de que el diseño del cepillo
influya de manera significativa en el resultado del cepillado y que, en teoría,
el mejor cepillo de dientes es el que se usa de la manera adecuada, en la
práctica es cierto que con cepillos de cabezal pequeño se facilita el acceso a
las zonas más posteriores, aquellas con difícil acceso o cuando los dientes
están apiñados. También son muy útiles para cepillar la cara interna de molares
inferiores en casos de náuseas durante el cepillado.
6. Poner demasiada pasta en el
cepillo
Es muy habitual cubrir toda la superficie del cepillo con
pasta dentífrica. Esto es totalmente innecesario, principalmente porque gran
parte del producto se desperdicia y se pierde por el desagüe. Según la edad,
hay que ir variando la cantidad de pasta empleada en cada cepillado, pasando
del equivalente a un grano de arroz en los más pequeños al de un garbanzo en
adultos. Además, no por poner más pasta o hacer más espuma estamos limpiando
mejor. Incluso, en aquellas personas especialmente predispuestas, puede
aumentar la sensación de náusea
7. Realizar una técnica de
cepillado incorrecta
Si bien no hay una técnica de cepillado que sea ideal para
todos y asumiendo que lo correcto es adaptar la manera de cepillarse a las
características de cada persona (edad, habilidad, tipo de encía, presencia de
patología periodontal…), parece que la realización de movimientos horizontales
o circulares (que es lo más intuitivo) no son los más eficaces en eliminar la
placa bacteriana de los dientes. Con diferentes modalidades, las técnicas de
barrido vertical (del rojo al blanco, es decir, de la encía al diente) son muy
efectivas, fáciles de realizar y no son lesivas.
8. Cepillarse inmediatamente tras
la comida
Y más cuando se han consumido alimentos o bebidas ácidas,
pues incrementaría la sensación de sensibilidad dental. En estos casos, es recomendable esperar unos
30 minutos para el cepillado, con el fin de dejar a la saliva que realice su
efecto tampón.
9. Olvidarse de cepillar la lengua
En la superficie de la lengua y entre las papilas también
quedan restos de alimentos, bacterias y productos de su metabolismo. Además, en
un porcentaje muy alto de los casos, no limpiarse la lengua es la primera causa
de halitosis o mal aliento.
10. Pensar que solo con el
cepillado “basta”
Este es el más frecuente de los errores. Por muy bien que se
realice el cepillado de dientes sólo somos capaces de acceder al 60 por ciento
de las superficies dentarias. Sea cual sea tu edad, características de tu
dentición,…es imprescindible acompañar el cepillado dental con el uso de algún
método de limpieza entre dientes, ya sea con los cepillos interdentales (si hay
espacios abiertos) o el hilo dental (si los espacios están cerrados)