¿Te lavas bien los dientes o
tendrás caries? Aquí diez consejos
Edomex en Línea/Teotihuacán en Línea. Pensar que sólo con el cepillado es suficiente es el error más frecuente que cometemos, pero hay otros hábitos erróneos en la limpieza bucal que tienen que ver con el tipo de cepillo empleado, la técnica o el momento en el que se lleva a cabo.
En los últimos años, la prevalencia de las enfermedades dentales no ha sufrido cambios significativos. Y esto puede deberse, entre otras razones, a que sigue fallando el factor clave: la prevención, basada en la adopción de unos correctos hábitos de higiene bucodental, siendo el cepillado de dientes el más básico, fundamental e imprescindible. La periodoncista Regina Izquierdo, analiza los 10 errores más frecuentes del cepillado.
1. Cepillar muy fuerte
Algunas personas creen que al realizar un cepillado más vigoroso están limpiando mejor. Sin embargo, esta mala costumbre (cepillado traumático) puede dañar de manera irreversible el diente, produciendo un desgaste del mismo y una pérdida de encía, dejando expuesta parte de la raíz
2. Cepillar muy rápido
En este aspecto también es más importante la calidad que la
cantidad. Si bien lo recomendable es cepillarse después de cada una de las
comidas principales, es imprescindible emplear al menos 2 minutos en realizar
dicha tarea. Por término medio, se suelen emplear entre
3. Usar un cepillo en mal estado
Si el cepillo está muy desgastado, se pierde el redondeado
final de las cerdas y, además, éstas se abren. Esto hace que el cepillado sea
menos eficaz e incluso que pueda dañar dientes o encías. Lo recomendable es
cambiar el cepillo dental cada
4. Usar cepillos con cerdas duras
Los cepillos con cerdas duras desgastan dientes y encías, y peor aún si se ejerce una fuerza excesiva durante el cepillado. Por lo general, se recomienda cepillos de dureza media, y suaves en caso especiales (encías finas, casos de hipersensibilidad dental o gingival, presencia de recesiones o raíces expuestas …)
5. Usar cepillos con cabezales
grandes
Si bien no hay evidencia de que el diseño del cepillo influya de manera significativa en el resultado del cepillado y que, en teoría, el mejor cepillo de dientes es el que se usa de la manera adecuada, en la práctica es cierto que con cepillos de cabezal pequeño se facilita el acceso a las zonas más posteriores, aquellas con difícil acceso o cuando los dientes están apiñados. También son muy útiles para cepillar la cara interna de molares inferiores en casos de náuseas durante el cepillado.
6. Poner demasiada pasta en el
cepillo
Es muy habitual cubrir toda la superficie del cepillo con pasta dentífrica. Esto es totalmente innecesario, principalmente porque gran parte del producto se desperdicia y se pierde por el desagüe. Según la edad, hay que ir variando la cantidad de pasta empleada en cada cepillado, pasando del equivalente a un grano de arroz en los más pequeños al de un garbanzo en adultos. Además, no por poner más pasta o hacer más espuma estamos limpiando mejor. Incluso, en aquellas personas especialmente predispuestas, puede aumentar la sensación de náusea
7. Realizar una técnica de
cepillado incorrecta
Si bien no hay una técnica de cepillado que sea ideal para todos y asumiendo que lo correcto es adaptar la manera de cepillarse a las características de cada persona (edad, habilidad, tipo de encía, presencia de patología periodontal…), parece que la realización de movimientos horizontales o circulares (que es lo más intuitivo) no son los más eficaces en eliminar la placa bacteriana de los dientes. Con diferentes modalidades, las técnicas de barrido vertical (del rojo al blanco, es decir, de la encía al diente) son muy efectivas, fáciles de realizar y no son lesivas.
8. Cepillarse inmediatamente tras
la comida
Y más cuando se han consumido alimentos o bebidas ácidas, pues incrementaría la sensación de sensibilidad dental. En estos casos, es recomendable esperar unos 30 minutos para el cepillado, con el fin de dejar a la saliva que realice su efecto tampón.
9. Olvidarse de cepillar la lengua
En la superficie de la lengua y entre las papilas también quedan restos de alimentos, bacterias y productos de su metabolismo. Además, en un porcentaje muy alto de los casos, no limpiarse la lengua es la primera causa de halitosis o mal aliento.
10. Pensar que solo con el
cepillado “basta”
Este es el más frecuente de los errores. Por muy bien que se realice el cepillado de dientes sólo somos capaces de acceder al 60 por ciento de las superficies dentarias. Sea cual sea tu edad, características de tu dentición,…es imprescindible acompañar el cepillado dental con el uso de algún método de limpieza entre dientes, ya sea con los cepillos interdentales (si hay espacios abiertos) o el hilo dental (si los espacios están cerrados)