Veintidós años de injusticia e impunidad
Una cualidad de la Justicia es
hacerla pronto y sin dilaciones; hacerla esperar es injusticia. Jean de la
Bruyere (1645-1696) Escritor francés
Edoméx en Línea. LA
COLUMNA ROTA/ VERÓNICA VILLALVAZO (FRIDAGUERRERA)
Ana Laura González Cayetano, nació el 13 de abril de 1977.
La primera hija de Lupita y Fernando. Lupita le puso ese nombre porque se
escucha muy bonito, “le quise poner Berenice, pero me gusto más Ana Laura para
ella”. Una pequeña que alumbraba el camino de sus padres, que fue educada para
amar y respetar a los demás, amable con todos, por ello decidió estudiar
enfermería. Una excelente y brillante alumna. Se graduó a los 18 años y pronto
entró a trabajar al Hospital General de México IMSS 4.
Dos años después conoció a Antonio, quien le llevaba 14 años
de diferencia, se casaron y tuvieron una hija.
Lupita, madre de Ana Laura me hace saber que cuando Ana se
embarazó el sujeto cambió mucho con ella, “no la lastimaba físicamente, pero sí
verbal, psicológica y emocionalmente, aplicaba muchas veces la “ley del hielo”
le dejaba de hablar días y de repente le hablaba como si nada”, recuerda
Lupita.
Ana Laura decidió dejar a Antonio, y se quedó a vivir en
casa de sus padres en Netzahualcóyotl, Estado de México, trabajaba en el
Hospital y todos los días amorosa, cuidaba de su pequeña y convivía con su
familia. Sin embargo, el sujeto no dejaba de molestarla, estaba enojado con
ella porque Anita interpuso una demanda de pensión alimenticia para la beba. En
varios momentos la seguía, la vigilaba, la acosaba.
Fue uno de esos momentos cuando el 3 de diciembre del 2000,
Antonio estaba en la esquina de la casa, un compañero de trabajo de Ana que de
vez en cuando la acompañaba a su casa la dejó en la puerta del domicilio,
cuando iba de regreso Antonio se paró frente al auto con la intención de no
dejarlo pasar, pero además, advirtiéndole que vigilaba a Ana, el compañero de
trabajo se lo hizo saber. No era su pretendiente, ni su novio, pero el sujeto
pensó que así era por lo que celoso planeo el daño que ocasionaría a la joven
madre.
El 4 de diciembre de 2000, Ana se levantó, se arregló para
irse a trabajar, todos los días su papá Fernando, la acompañaba a la parada,
ese día no pudo hacerlo, se despidió de su mamá, dio un beso a la beba y salió.
En la esquina de su casa Antonio, como predador la acechaba, testigos le
comentaron a Lupita, que el sujeto inició una discusión con ella, y sin más le
disparó en dos ocasiones. Lupita nunca escuchó nada, ni gritos, ni siquiera el disparo.
Llegan y le avisan a su casa, que su hija está tirada en la esquina, Fernando
salió corriendo, ya no dejaron que Lupita se acercara más, el infame ya la
había asesinado.
Y ese día empezó el infierno.
Cuando iniciaron con las investigaciones, Lupita me hace
saber, que autoridades corruptas en aquel momento le comentaron que si quería
justicia, les pagará doscientos cincuenta mil pesos. “Si hubiera tenido esa
cantidad de dinero, lo hubiera pagado” Me hace saber Lupita.
“La beba tenía un año, y me volqué en ella; me sentía muy
enojada con todos. La gente murmuraba, no respetaban el dolor que tenía, eso me
llevó a cambiarme de casa, a la niña no le comentamos nada, solo que su mami
había muerto”. El carácter de Lupita cambió todos estos años, se sentía
culpable de lo que pasó, “¿por qué no salí con ella?”, “¿por qué no escuche
nada?”, una y otra vez estas preguntas rondaban su cabeza. La orden de
aprehensión por el homicidio de Ana Laura (en aquel momento no existía la
tipificación de feminicidio) fue girada el 06 de junio de 2002, durante todos
estos años, Lupita jamás imaginó que la justicia llegará.
A Ricardo, colaborador de las Voces de la Ausencia, e
investigador privado, el cual coadyuva con las autoridades a investigar, ubicar
a sujetos con órdenes de aprehensión, y a detenerlos con el equipo especial de
mandamientos judiciales, le llegó la información, la trabajó, me comentó que ya
lo había ubicado y que ejecutarían el mandamiento. Fue así que el 27 de mayo de
2022 se logró la detención del sujeto, un año antes de que la orden
prescribiera. Cuando fueron a notificarle a Lupita, incrédula se rehusaba a
creerlo, pensó que tal vez la querían otra vez extorsionar. En julio de 2022 se
comunicó vía WhatsApp conmigo para agradecernos el apoyo para la detención del
asesino de su pequeña, de su Anita. Desde entonces Lupita forma parte de las
Voces de la Ausencia. Una de las secuelas dolorosas que dejó este crimen como
todos, es el dolor de la entonces beba de Ana, ahora ya convertida en una
jovencita, a quien el dolor de saber quién le arrancó a su mamá la hace
sentirse traicionada. Antonio ya se encuentra en juicio y pronto será
sentenciado.
Una vez más nosotros solo somos la extensión del dolor
eterno. Veintidós años han pasado y el dolor de Lupita es el mismo que el de
todas estas familias. Compartimos las cartas que Lupita, Carlos Alberto y Luis
Fernando, hermanos menores de Anita escribieron para ella, con la esperanza e
ilusión de que ella pueda leerlos:
Hija esta carta, la empecé escribir el día que se cumplieron
22 años de tu partida, pero cada que empezaba no podía seguir aún siento tanto
dolor como ese día y mi corazón se desgarra. Te extraño mucho, siempre me sentí
orgullosa de ti y aún me pregunto qué hice mal porque no te protegí, siempre
fuiste una buena hija y hermana y una gran madre, nunca pensé que fuera pasar,
que el hombre al que amabas iba a terminar con tu vida cuánta falta nos haces.
Siempre te recordamos, le contamos como eras, platicamos a
tu hija. ( ya tienes dos sobrinos Ximena y Juan Pablo) Cuando vamos al panteón
vamos todos te ponemos tu música y creemos que si nos escuchas.
Te llevo en mi corazón, pensamiento nunca te olvido, espero
que nos volvamos a ver y estar juntas cuando Dios decida que sea, pero mientras
tú pídele que nos cuide y proteja a tu hija.
Tu madre que siempre te lleva en el corazón, pide a Dios por
los ángeles que se llaman Frida y Ricardo; que se te haga justicia.
Hermana, aún puedo recordar todos los años de amistad que
disfrutamos juntos, nuestras travesuras, anécdotas, el cariño que nos tuvimos y
más.
En estos momentos me siento apenado y quisiera estrecharte
entre mis brazos, pero me queda de consuelo saber que Dios te tiene a su lado.
Quien iba a pensar hermana linda que partirías tan rápido de
este mundo. No sabes cómo me duele saber que tenías muchos años por delante, un
gran futuro y más. Ojalá algún día nos volvamos a encontrar.
Quiero que sepas que guardo en mi memoria todas las cosas
que vivimos juntos, los buenos consejos que siempre me diste y más. No sabes
cuanta falta me haces. Que Dios te tenga en su Gloria.
Hola nanita.
Ya hace poco más de 20 años que te nos arrebataron de
nuestro lado y han pasado muchas cosas en ese tiempo. Actualmente tengo 28
años. Me gradué de la universidad, me casé, adquirí mi propia casa y ahora
tengo mi propia familia con 4 hermosos perros y una maravillosa esposa. Me
hubiera gustado que hubieras estado presente en todos esos momentos y en muchos
otros más. Pero, aun cuando digo que me gustaría que hubieras estado en esos
momentos no me gustaría que pensarás que te he olvidado algo así, ya que, a
pesar de no estar físicamente, siempre has estado presente en mis pensamientos,
como la persona a la que dedico todos mis logros y como mi modelo a seguir en
todos los aspectos.
Sinceramente los recuerdos que tengo tuyos son pocos, ya que
te arrebataron la vida cuando tenía apenas 5 años, pero siempre te he recordado
y siempre lo haré como la persona más pura de corazón y sentimientos. Sé que no
fuiste perfecta en vida, ¿y quién lo es? Pero para mí, siempre serás la persona
más maravillosa.
Recuerdo con mucho amor y a la vez dolor los bonitos
detalles que tenias conmigo cuando regresaba de la escuela y los pequeños
detalles que yo tenía contigo, como lo eran las bromas de confeti o los dulces
que me regalabas. La cara de sorpresa al ver el confeti saltar aun cuando ya te
había hecho el mismo detalle la semana pasada o unos días antes. También me
acuerdo cuando llegaste a la casa con tu niña después de que nació. Y ese
momento en el que me dijiste que nunca dejarías de quererme, porque ella era tu
bebé mujer y que yo siempre seria tu bebé hombre.
Te cuento, en casa hay una anécdota que es recurrente, en la
cual cuentan cuando hice que una relación tuya terminara. Y en verdad, es una anécdota
que me duele mucho, porque un tiempo después conociste al desgraciado que te
arrebato la vida. No diré que tuve una mala infancia, pero ¿Por qué un niño
debería crecer con odio y resentimiento a la persona que decía que amaría y
cuidaría de su hermana siempre?
No sé si exista lo que muchos llaman dios, el diablo, el
paraíso o el infierno. Yo no creo en esas cosas. Pero me gustaría de verdad que
al momento de mi partida me callarán la boca y poder volverte a ver. Pero aun
cuando no creo en dios, no dejo de tratar de ser buena persona, de hecho, me
gusta ayudar a albergues de perros en situación de calle donando comida o en
algunos momentos dinero para vacunas y alimento. Uno de mis 4 perritos lo
adopte de la calle y hoy es la más bella princesa que podrías conocer.
Consiento a mis sobrinos, los cuido, juego con ellos y trato de ser un modelo
para ellos. Trato de aprender cosas nuevas para mi trabajo todos los días.
A grandes rasgos, esto que te cuento es para que sepas que
me encuentro bien. Que toda mi vida he resentido tu ausencia y en muchos de los
momentos he llorado tu falta. Pero no dejo de avanzar día a día. Y que a pesar
de todas las cosas, siempre te tengo presente en mis pensamientos.
Te amo mucho Anita. Espero que un día podamos encontrarnos
nuevamente y poderte platicar a más detalle toda mi vida, ya que no me es fácil
poder plasmar mis sentimientos a través de una carta que sé que jamás podrás
leer.
Veintidós años tuvieron que pasar para que el asesino de Ana
Laura la joven madre, enfermera de 23 años fuera detenido. Años de zozobra, con
el miedo de que Antonio tratará de acercarse a la niña, años de vivir con
la culpa, y las eternas noches que se
vuelven días, aprendiendo a convivir con el infierno de no tenerla cerca. Años que muestran como la justicia pronta y
expedita en este país es solo una metáfora para muchas familias. También años
que un miserable pasó impune más de 20, pero que al final la justicia lo
alcanzó, porque jamás debería de quedar en la impunidad ningún crimen que aniquila
no sólo a la víctima directa, también a su familia, amigos a quienes les hace
falta.
mayo 2023
Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo. De una
mujer víctima de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio búscame,
ayúdame a visualizarlas y contar su historia. Voces de la Ausencia.
P.D. Cada uno de los
textos expuestos en este espacio, son con autorización y acompañamiento de las
víctimas. Porque solo somos la extensión de su grito de justicia.
@FridaGuerrera
@vocesDLAusencia