Los Gatos Rockabilly estrenan sencillo junto a Alex Lora y
los Rebeldes de España
La noche del sábado 29 de noviembre marcará un capítulo
inédito en la historia del rockabilly hispanoamericano. El Foro Alicia, ese
santuario de la contracultura capitalina, abrirá sus puertas a un
acontecimiento largamente esperado: la primera presentación formal en México de
Los Rebeldes, la legendaria banda española que desde 1979 ha construido un
puente sonoro entre Europa y el espíritu indomable del rock and roll.
Sin embargo, esta visita histórica trae un regalo adicional.
Este mismo fin de semana ha sido estrenado “Antes Me Gustabas”, un nuevo
sencillo de los Gatos Rockabilly que promete convertirse en un hito del género.
La pieza, compuesta por el maestro Luis Álvarez “El Haragán”, uno de los compositores
más influyentes del rock mexicano, reúne en una misma grabación a Los Gatos
Rockabilly, Carlos Segarra y la voz inconfundible de Alex Lora, líder de El Tri
y figura mayor del rock nacional. Es una colaboración monumental, un cruce
generacional y transatlántico que por sí mismo ya marca un antes y un después.
El tema estará disponible a partir del 21 de noviembre en todas las plataformas
digitales.
Para Los Gatos Rockabilly, este lanzamiento representa un
sueño hecho realidad: “Este tema es muy especial para Los Gatos, ya que ambos
artistas son nuestros maestros”, han compartido. La emoción es evidente y se
alinea con la energía que envolverá la noche del 29 de noviembre: una celebración
de raíces, influencias y destinos cruzados.
Desde su nacimiento en la Barcelona nocturna, entre
motocicletas rugientes y bares que olían a cerveza y libertad, Los Rebeldes
definieron una estética y un sonido que desentonaban con todo lo que les rodeaba.
Mientras la ciudad apostaba por el jazz layetano o la movida catalana, Carlos
Segarra y compañía escogieron el camino del cuero, las botas y el pulso salvaje
del rockabilly. Su disco debut Cervezas, chicas y rockabilly abrió una brecha
que muchos hoy consideran fundacional en el rock en español. Telonearon a Chuck
Berry, Los Ramones y Mike Oldfield, y vendieron cerca de un millón de copias,
siempre guiados por la intuición y la voz rasgada de Segarra, un narrador que
convirtió la rebeldía en un modo de vida. “Siempre he sentido que la sangre de
los mariachis, el rock and roll y la carretera son la misma cosa”, ha dicho
alguna vez, y este debut en México es la materialización simbólica de ese
sentimiento.
El concierto en el Foro Alicia será una celebración de su
legado, un repaso que incluirá himnos generacionales como “Mediterráneo”, “Bajo
la luz de la luna” y “El rock del hombre lobo”, piezas que han acompañado a
distintas generaciones de rockers a lo largo de cuatro décadas. Pero también
será un diálogo cultural: un encuentro entre España y México a través del ritmo
primitivo que ambas escenas han sabido custodiar.
La velada contará con la participación de dos agrupaciones
clave para la escena nacional. Los Gatos Rockabilly, formados en el año 2000,
llegarán con la fuerza que los convirtió en una institución contemporánea del
género. Conformados por El Gato en la voz y guitarra, Rockier en guitarras y
coros, y Chris Twist en la batería, la banda ha sabido crear un sonido que
combina la elegancia del swing con la energía cruda de las guitarras
eléctricas. Sus shows son un viaje eléctrico a los años cincuenta, pero también
un grito desde el presente que ratifica que el rockabilly no es nostalgia: es
un pulso vivo.
Junto a ellos estarán The Devil’s Sisters, otro de los
proyectos más sólidos dentro del circuito nacional, cuya presencia reafirma la
vitalidad de la escena mexicana y su capacidad para dialogar de tú a tú con figuras
de talla internacional.
Así, el concierto en el Foro Alicia no será solo un
espectáculo: será un puente tendido entre dos tradiciones que se han buscado
durante décadas. Será el rugido de una motocicleta imaginaria que recorre
Barcelona, Ciudad de México y cualquier carretera donde el rock and roll
todavía tenga algo qué decir. Una noche para la memoria colectiva del
rockabilly. Una noche que, como el género mismo, promete no envejecer jamás.